Miquel Barceló y Quim Torra, durante la visita del segundo al estudio del artista en Vilafranca de Bonany, el pasado mes de junio. | Instagram

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«Mi idea es llevar a cabo un concurso para redecorar el Saló Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, después de que las obras del pintor Torres-García fueran ocultadas durante la dictadura de Primo de Rivera; espero y deseo que el artista Miquel Barceló se presente a la convocatoria», declaró el presidente catalán, Quim Torra, en una visita informal al estand del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), que tuvo lugar el pasado fin de semana en el transcurso de la Setmana del Llibre en Català, que se celebra en Barcelona. Torra también citó un proyecto del mallorquín en una iglesia de Òdena, población cercana a Igualada.

La remodelación del Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat de Catalunya es un tema controvertido que no es reciente. Torra pretende culminar una obra que ya fue considerada, sin éxito, por los presidentes Jordi Pujol, Pasqual Maragall y Artur Mas. Se trata del restablecimiento de las pinturas de la antigua capilla del siglo XVI. Entre 1911 y 1917, el artista Joaquín Torres-García (Montevideo, Uruguay, 1874 – 1949) pintó una serie de frescos, por encargo de Enric Prat de la Riba, presidente de la Diputació de la Mancomunitat.

Fallecido Prat de la Riba en 1917, el sucesor fue Josep Puig i Cadafalch, quien en 1919 impidió que Torres-García acabara sus pinturas murales y tapó con cortinas los cuatro frescos ya acabados, que representaban una alegoría de la patria catalana: La Catalunya eterna, La terra o l’edat d’or de la humanitat, Les arts o les muses al Parnàs y Lo temporal no és més que un símbol. Con la dictadura de Primo de Rivera, los frescos de Torres-García fueron cubiertos por una serie de pinturas de temática patriótica española, como la recreación de la recepción de Cristóbal Colón por parte de los Reyes Católicos, la batalla de Lepanto o la espiritualidad catalana en relación a Dios y la Patria. Estas son las obras que aún hoy pueden verse en el salón. En 1968, los frescos de Torres-García fueron recolocados en una sala de la Generalitat con el nombre de su autor, lejos del salón para el que se habían ideado.

Lo que pretende Torra es recuperar la obra de Torres-García, que ahora se puede contemplar en otro salón de la Generalitat. Dado que las dimensiones del Saló Sant Jordi son muy grandes, haría falta algún proyecto que completara el proyecto. En declaraciones al diario El Punt Avui, del 5 de junio de 2018, Joaquim Nadal, exconseller y actual director del Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural, ya señalaba que «una opción para llenar las paredes sería confiarlas a un artista de prestigio siempre que fuera una propuesta que no quisiera competir con Torres-García». Y ahí es donde entraría la figura del mallorquín. Esa es la idea que avanzó Torra hace unos días, y en la que señaló su deseo de que Miquel Barceló participara en la iniciativa.

Se da la circunstancia de que el presidente Quim Torra se vio con Miquel Barceló en Mallorca este pasado verano, en una visita privada y familiar. Torra estuvo en el taller de cerámica que el artista tiene en Vilafranca de Bonany y del que trascendió una fotografía publicada por Torra, el 10 de junio, donde expresaba «sentir un gran honor al conocer y hablar de su obra y sus proyectos, con el pintor y escultor Miquel Barceló».