La APCIB cuenta, además, con el beneplácito de entidades vecinales, servicios sociales y la parroquia de la barriada, que ven en este equipamiento municipal «la posibilidad de integrar a los vecinos y frenar el proceso de especulación al que se enfrenta la barriada», señalan fuentes de la APCIB.
Entre las entidades se encuentran GREC, Cáritas, el centro de servicios sociales Mestral, Naüm (proyecto socioeducativo de Germanas de la Caritat de Sant Vicenç de Paul), además de la parroquia de La Soledat. A la marea de apoyos se suman compañías artes escénicas de Mallorca y de circo profesionales de toda España, que están empezando a enviar cartas a la entidad. De hecho, desde Circo RED, la federación estatal de circos, advierten que «lo que ha sucedido en Mallorca no ha pasado en ningún sitio de España».
Licitación
El próximo 3 de septiembre se reúne la mesa de entidades de la barriada de La Soledat y la APCIB entregará las firmas y cartas para demostrar el interés por llevar a cabo el proyecto del centro circense, en el que se instalará un local de ensayos, así como una escuela abierta a profesionales y aficionados.
«Hay todo un proyecto social aplicado al barrio. La disciplina circense funciona muy bien en estos barrios, como es el ejemplo de Nou Barris, que era una fábrica cementera en desuso y ahora ha pacificado la zona», detallan desde la APCIB, que no se explican la oposición de Podemos a este proyecto.
Mientras tanto, en el Ajuntament de Palma no han podido poner en marcha la rehabilitación del edificio y desarrollar el proyecto cultural que en un principio contaba con el apoyo de PSOE, Més y Podem, aunque este último partido reculó y ha impedido que se iniciaran las obras que ya tenían un presupuesto de 940.000 euros y la licitación de las obras de rehabilitación a punto de publicarse. Podemos se unió a PP y Ciudadanos para impedir la puesta en marcha de la iniciativa.
«Si finalmente el Consell de Mallorca cataloga el edificio como BIC, el proyecto del centro circense no podrá llevarse a cabo. Es el grado de protección más elevado, al nivel de la Seu, y hará imposible desarrollar este proyecto o cualquier otro», señalan desde la regiduría de Cultura i Benestar Social. En todo caso, «Can Ribes podría entrar en el catálogo municipal de patrimonio protegido, fórmula que le permitiría ser compatible con el uso cultural», sostienen.
A mediados de septiembre, la comisión política de Patrimoni del Consell se reunirá para decidir si se convierte en BIC, tal y como había solicitado Podemos. Una petición que, según fuentes de la APCIB, «no entendían dentro del propio partido morado». Can Ribes es el epicentro de movimientos inversores extranjeros que están invirtiendo en una zona degradada que podría alzar el vuelo. Si le dejan.
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