Un momento del concierto que reunió a dos mil fieles seguidores de Queen en el puerto de Calvià. | Pere Bota

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La fiebre de Queen tras la película Bohemian Rapsody aún se hace notar y anoche así lo constató el Port Adriano Music Festival, que colgó el cartel de ‘lleno absoluto’ con más de 2.000 asistentes.

El grupo tributo argentino Dios salve a la Reina se ha granjeado fama mundial al revivir los grandes éxitos de la banda británica ventiocho años después del fallecimiento de Freddie Mercury.

Pablo Padín es el encargado de revivir el espíritu del recordado cantante, acompañado de Ezequiel Tibaldo, Matías Albornoz y Daniel Marcos. El parecido físico entre Padín y Mercury es más que evidente, pero el resto de la banda tiene que servirse de pelucas y postizos para convertirse en los demás.

«Un día en Barcelona, la mujer que conducía el furgón creía que éramos los auténticos miembros de la banda y que, además, nosotros habíamos hecho la película», cuenta entre risas Tibaldo.

Dios salve a la Reina reconoce que «estamos mal acostumbrados», ya que el 85 por ciento de sus conciertos venden todas sus entradas. Tal y como señala Roberto Menéndez, director del Port Adriano Music Festival, «Queen atrae a tres generaciones de fans. En el mundo del pop ya no hay grandes grupos. Queen son como los Beatles: no fallan nunca, todas sus canciones son hits».

Tributo

Mientras tanto, Dios salve a la Reina se transmuta en la banda original con reproducciones exactas del vestuario de la banda original y escenificando incluso los instrumentos y la puesta en escena.

«La banda está considerada oficialmente como el mejor grupo del mundo de tributo a Queen», dijo Padín. El éxito del concierto de este jueves por la noche en Port Adriano corrobora que la admiración por Freddie Mercury sigue viva.