Mari-Àngels Roque, el viernes en la Biblioteca de Andratx, donde se homenajeó a su marido. | Pilar Pellicer

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Mientras el mundo de las letras e institucional recuerda la figura del escritor Baltasar Porcel, su viuda y sus familiares viven este lunes, 1 de julio, una fecha agridulce que se mueve entre la tristeza de la pérdida de hace diez años y la sucesión de homenajes.

Su viuda Mari-Àngels Roque, doctora en Antropología Cultural y Social y directora de la revista Quaderns de la Mediterrània, viajó este viernes de Barcelona hasta Andratx para asistir al homenaje del Consistorio y la Obra Cultural Balear (OCB).

«Diez años son muchos pero se pasan rápido. Nos interesa que su obra siga viva. Es lo que cualquier quiere: pervivir en su obra», dice Roque. Porcel encarna ahora esa extraña mezcla entre la inmortalidad que dotan las letras mientras sus restos reposan en el cementerio de Andratx.

«Los homenajes siempre son una satisfacción, que se recuerde a una persona que tiene un mérido. Ha sido un personaje importante para las letras y el periodismo», señala. Y pone como ejemplo la exposición de hace dos años en CaixaFòrum de Barcelona y Palma, Baltasar Porcel. Mallorca, Barcelona, el món, que fue comisariada por el periodista Julià Guillamon.

Obras

El Ajuntament d'Andratx ha anunciado el inicio de las obras del centro cultural dedicado a Baltasar Porcel, que arrancarían a final de año. «Parece que esta vez va en serio. Llevan años así y claro que nos gustaría que se hiciera», afirma la viuda del escritor, que señala que cuentan con material que podría ir a parar a este espacio municipal cuando se lleve a término.

Si bien en otras figuras literarias el papel de la esposa supone un empujón determinante para el autor, en el caso de Roque recuerda que jamás tuvo que ayudar en su trabajo literario a su marido: «No ser encallaba. Tenía un gran dinamismo y una gran capacidad de trabajo. Ya lo hacía él solo».

Y recuerda sus jornadas laborables de «doce horas seguidas. Era una persona de gran capacidad», insiste su viuda. «Escribió mucho y tuvo muchísimas publicaciones», añade.

El Mediterráneo era un tema vital en la obra de Porcel, que precisamente centra el trabajo de roque en sus estudios sobre el papel de la mujer y las migraciones en la cuenca mediterránea. ¿Algo en común en el trabajo del matrimonio? «Cada uno tocaba una rama diferente, una disciplina diferente. Él era un escritor de novelas, de columna diaria y yo trabajo proyectos del sur o seminarios, la investigación».

Ante la posibilidad de que se siga publicando obra inédita del escritor andritxol, la viuda de Baltasar Porcel se muestra tajante: «Los libros son los que son. No hay más en su archivo». ¿La posibilidad de un manuscrito perdido de sus inicios que pueda ser rescatado? Roque lo descarta: «Hubo una publicación de sus primeros escritos en el semanario Andratix y ya se publicó en Mallorca».

Baltasar Porcel «lo publicaba todo. Todo lo que producía lo publicaba». El proceso de creación de sus novelas variaba «según el momento. Algunas eran más rápidas y luego pasaba cinco años sin escribir otra, pero nunca dejaba de trabajar». Y es que Baltasar Porcel tocaba todos los palos, desde la novela a la columna periodística, el reportaje y el teatro.

Respecto a si es lo suficientemente recordado Baltasar Porcel, una década después de su desaparición, Mari-Àngels Roque advierte que «nunca se lee lo suficiente a un escritor. Siempre puede tener más lectores». Eso sí, el reconocimiento internacional parece mayor que en su propia isla natal. «Creo que se continúan traduciendo sus novelas a diversos idiomas. Se ha traducido al turco y al alemán, a unos diez o doce idiomas», prueba de la vigencia de la obra de Porcel más allá de sus fronteras.

Premiado

Y ese traspaso de límites territoriales supone una confirmación de que los temas que toca su obra son universales. «Ha tenido muchísimos premios», recuerda Mari-Àngels Roque.

«Cuando un escritor muere, lo que queda vivo es su obra. Si escribía una columna en La Vanguardia cada día, no habrá más de lo que ha hecho. Es lo que queda. Cervantes, Shakespeare... Ha quedado lo que ellos han hecho. Esto es lo que es más importante», dice su viuda.

¿Revisita su obra? «Sí, releo algunas cosas», concluye la mujer del autor que sigue manteniendo un fuerte vínculo con Andratx.