Un aniversario ‘surrealista’ de Estudi Zero Teatre

Dominic Hull, Pere Mestre, Joan Pere Zuazaga, Lourdes Erroz, Pepa Ramon y Jaume Sastre, este jueves en el Teatre Sans de Palma. Juntos, brindaron por su 35 aniversario sobre las tablas. | Teresa Ayuga

Clara FerrerPalma29/03/19 4:01

En 1985 no había escuelas de formación de actores y actrices y el casco antiguo «era terrorífico». En un edificio medieval del siglo XII en la calle Sanç empezaba sus andadas Estudi Zero Teatre, compañía heredera del ya disuelto grupo Trip Trup Teatre. En noviembre de ese mismo año estrenaban La cantant calba, una de las obras más emblemáticas del Teatre Sans que todavía sigue representándose. Ahora, en plena celebración de su 35 aniversario, Estudi Zero estrena el viernes 5 de abril, a las 20.30 horas, su nueva producción: Rrrprrr!. Se trata de un espectáculo basado en la poesía escénica de Joan Brossa, del que se celebra el centenario de su nacimiento.

«Brossa es un autor que se adapta muy bien a nuestra línea y espacio. Es un teatro sin argumento, que apela más a las sensaciones, al juego y al carnaval. En Rrrprr! seleccionamos algunas de sus piezas del llamado teatro irregular, las más representativas de su imaginario, cogiendo una treintena de escenas de imágenes muy sugerentes», detalla Pere Mestre, uno de los fundadores de Estudi Zero Teatre, constituida como cooperativa en 1988, junto a Dominic Hull y Pepa Ramon.

«Brossa tenía como uno de sus máximos referentes al fregolismo y eso es esta obra, un collage de fregolismo colectivo, con más de 70 personajes. Es un montaje muy festivo, carnavalesco y con mucha poesía del estriptis, con una parte musical», añade.

Por su parte, Mestre advierte de la importancia de la crítica. «Brossa era también un activista, republicano y contrario a cualquier sistema opresor. Era un gran defensor de la libertad y de la felicidad», insiste.

La función se celebrará en la sala principal del Teatre Sans, aunque también tendrá alguna escena en el patio, al estilo de Brossa, que también quería alejarse de los espacios más convencionales. «En una escena Brossa invita al espectador a tomarse una copa y brindar o, incluso, alguna copa de más», señala Mestre.