«Su producción no ha sido fácil, de hecho, todas las obras de La Fura suelen ser bastante complicadas», reconoce Francesc Prat, productor de este montaje. «Cuando Padrissa y yo hablamos de hacer esta obra sabíamos que podía funcionar muy bien, pero nunca imaginamos que tendría el éxito que está teniendo. La gira empezó en noviembre en Vigo y terminará en julio, en Madrid, con alrededor de 80 funciones y siempre llenando todos los auditorios».
En Palma, «estamos viendo como las entradas se están vendiendo a un ritmo trepidante, igual que el carácter de la función. Es la primera vez que podrá verse en Palma y nos hace especial ilusión», añade. Además, Prat señala que «el auditorio es ideal para acoger esta obra, pues los auditorios y teatros hacen que los espectadores estén más cercanos a la pieza y La Fura logra uno de sus principales objetivos: provocar y hacer que el espectador no se limite a estar sentado en su butaca. Además, en algunos momentos los artistas incluso pueden bajar a platea y contactar con el público».
Las dificultades en esta producción «fueron más al principio que ahora». Es la obra de La Fura dels Baus que más veces se ha representado, «desde que se fundara la compañía hace 40 años, un total de 120 o 130 funciones. No es la más vista, pues supongo que fue esa famosa inauguración de los Juegos Olímpicos», asegura Prat, que destaca que el éxito se debe a que Carmina Burana une dos elementos importantes: «La obra de Carl Orff, la más popular del siglo XX y que ha aparecido en numerosas películas y el lenguaje propio de La Fura dels Baus».
El matrimonio que se ha creado difícilmente se puede dar en otra pieza; es una «unión perfecta». Además, «Carlus Padrissa ha logrado unificar y ligar los textos originales, fechados del siglo XIII, siguiendo un hilo conductor, trazado a través de los dos cantantes principales, la soprano y el barítono, aunque también es importante el papel del contratenor», finaliza Francesc Prat.
2 comentarios
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(Sabado 9/3: 20.30) Empezó 20 min.. tarde, terminó en 1 hora. La música genial: el espectáculo: mucha proyección y decepcionante. El escenario del auditorium es pequeño para lo que "se esperaba ser" un gran puesta en escena. Asientos incomodas..... y ... está viejo todo el edificio. La tercera vez que lo piso: nunca más. Y la gente de Mallorca no tiene cultura: llegan tarde, botellas de bebidas, móviles en marcha (bisabuelas pasándose las fotos de los bisnietos).... Total: no era ni mucho menos lo que había esperado!
Esta es una de esas obras imprescindibles que hay que ver por lo menos una vez en la vida.