Se trata de un protocolo general de actuaciones que fija los elementos conceptuales y el desarrollo que garanticen la viabilidad del proyecto museístico.
En concreto, se prevé el estudio y el desarrollo de las acciones previas para elaborar la memoria de implantación del nuevo museo público, cuya ubicación concreta se determinará en un futuro.
El protocolo recoge que el centro podría combinar los objetivos tradicionales de los museos de ciencia (cohesión de la cultura científica, creación de marca e identidad territorial, espoleo de vocaciones, divulgación de la práctica científica y coordinación de iniciativas ajenas ya en marcha) y la innovación, lo que supondría dar un protagonismo absoluto a las nuevas tecnologías.
La intención de las instituciones es potenciar un museo con diferentes vertientes: exposición de material científico y técnico, divulgación interactiva, investigación, preservación y formativa dirigida a escolares.
El protocolo contempla realizar una serie de estudios para analizar la viabilidad cultural, económica y de gestión de la pluralidad de modelos de este proyecto.
El Museo de la Ciencia y la Técnica también sería un centro de interés cultural y turístico, de difusión y divulgación de la ciencia balear y de impulso de las vocaciones científicas.
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