Imagen de la recepción del Consell a Carles Bover, ganador de un Goya. | Jaume Morey

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El cineasta Carles Bover, que se alzó con el título de mejor cortometraje documental el pasado sábado en los Premios Goya con su filme Gaza, donde retrata el terror que se vive día tras día en esta franja de Palestina, fue recibido este martes por el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, y el vicepresidente insular de Cultura, Francesc Miralles. Fue en la sede de la institución, «la casa de todos los mallorquines», como un gesto de carácter simbólico y «para reconocer el trabajo extraordinario que ha realizado y le ha valido tan ansiado galardón», comentó Ensenyat, quien le entregó a modo de regalo una litografía del artista Robert Ferrer, quien reinterpreta las puertas del Consell en señal de «puertas abiertas».

El presidente de la institución insular se preguntó que «¿cómo es posible que algo así este pasando y el mundo le de la espalda? Hoy en día sólo priman los intereses económicos, pero gracias a este premio se puede visualizar el problema y hacer que las cosas cambien».

Bover, quien revalidó el triunfo en los Goya del corto mallorquín tras Jaume Carrió y Laura Gost con su laureado Woody & Woody en 2018, agradeció «el apoyo recibido por todo el mundo desde el primer día» y dejó claro que la principal intención del cortometraje era «reivindicar los derechos humanos sea donde sea».

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En cuanto a las críticas recibidas que les han tachado de antisemitas e, incluso nazis, tanto a él como a Julio Pérez del Campo, el coorealizador del filme, Bover comentó que «sólo pretenden llamar la atención porque nos referimos a una parte concreta del globo, pero muchos critican sin haber visto el documental. Nosotros tratamos el conflicto desde un punto de vista humano y no político, y es obvio que los derechos humanos viven una situación muy triste en Palestina. Esto habla mucho de la sociedad de hoy en día».

Bover reconoció que tanto a él como a su compañero les encantaría volver a Gaza, porque «aunque se hable mucho del tema, no se cuenta todo». Sin embargo, aseguró que cree que «dada la repercusión que ha tenido el corto y las diferentes presiones que ha habido para que se censurara, no nos dejarían entrar».

El cineasta desveló también que ya se encuentra trabajando en su nuevo proyecto, que estará centrado en su ciudad natal, que es Palma: «Analizaremos cuatro barrios distintos de Ciutat y la relación entre la gente que los habita. Todo estará contado desde una perspectiva feminista y no se centrará en números o titulares, sino en las personas».