El centro cultural Can Balaguer acoge desde este miércoles 18 de diciembre, hasta el 15 de junio, una exposición sobre los hallazgos arqueológicos en el yacimiento de Sa Galera. | Youtube Ultima Hora

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Con un montaje científico y muy actual, se exponen en Can Balaguer parte de los restos arqueológicos hallados en el islote sa Galera, en Can Pastilla, que representan más de 4.000 años de la historia de Palma. Cerámicas, metales, restos óseos y la reconstrucción de los rasgos faciales de un hombre y una mujer, realizada en el Instituto de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid, dan cuenta de lo que fue la vida en el Mediterráneo antes de la conquista romana, en el siglo I después de Cristo. La exposición, didáctica e ilustrativa, permanecerá hasta el mes de junio y ha sido comisariada por Marina Marqués Isasi.

En sa Galera se llevaron a cabo excavaciones durante seis años, dirigidas por Ramón Martín y Jorge Argüello, quienes concluyeron que el yacimiento, que ocupa 150 metros cuadrados en un terreno de 1.800, es púnico ebusitano y que se trata de un santuario, de un lugar para las ofrendas. «Es un yacimiento extraordinario en el que el material apareció tal como estaba en aquellas épocas»., según Argüello. «Hemos querido hacer una exposición divulgativa para que los mallorquines y los turistas puedan conocer el pasado y se completará con actividades».

Resumiendo lo amplia que fue la ocupación de sa Galera desde la prehistoria, se encontraron restos de más de 4.000 años del período calcolítico con cerámicas de decoración incisa; del pretalayótico, entre el 4.500 y el 3.000 antes de Cristo, apareció, por ejemplo, una cueva funeraria. Después pasarían por allí los talayóticos y los baleáricos.

En el siglo III antes de nuestra era, los púnicos desembarcaron en sa Galera, procedentes de Eivissa, y cavaron cisternas en la roca para usos rituales que se han conservado en buen estado. Durante las guerras púnicas sucedieron varios acontecimientos en el islote, como la construcción de un templo, su destrucción y posterior reconstrucción.

En cuanto a los restos óseos, el yacimiento ha sido ‘generoso’. Un esqueleto que se muestra en Can Balaguer, y su reconstrucción antropológica, hablan de un hombre de entre 35 y 40 años, perfectamente ubicado en una sepultura. De época posterior, ya en el siglo I después de Cristo, han salido a la luz los de diez personas, -hombres, mujeres y niños, diseminados, como «tirados», sin sepultura, que fallecerían en «extrañas circunstancias»-, y en una cisterna, el de una mujer, «seguramente embarazada». De entre 22 y 24 años, tanto su esqueleto como su ‘rostro’ forman parte de la exposición. Otra forma de honrar a los muertos en esta larga historia fue la cremación, como demuestran
vasijas llenas de ceniza y trozos de hueso.

Los arqueólogos tienen ahora ante sí un intenso trabajo, el estudio del material, que confrontarán con los resultados de analíticas, en especial de ADN, en colaboración con las universidades de Cranfield, Estocolmo y Upsala. Y para ello necesitan dinero.