La historia de Vetusta Morla es excepcional, tardaron casi una década en abandonar el local de ensayo, lo hicieron sin el sostén de un agente, padrino o compañía. Tampoco atesoraban una profunda formación musical, sin embargo una vez fuera de la madriguera no ha habido festival que no haya requerido los servicios del que fuera elegido Grupo Revelación en 2008 con Un día en el mundo, un éxito sin precedentes que aunó crítica y público mediante un compendio de himnos de corazón incendiado, liderados por la voz de Pucho, ese culebrilla incansable que se entrega en cuerpo y alma en cada show.
El éxito de Vetusta Morla -nombre tomado de un personaje de La historia interminable, una novela fantástica del alemán Michael Ende- tiene mucho que ver con la disciplina y el orden, pero también con el talento, la suerte y algo de predestinación astral, aquello de ‘estar en el lugar oportuno en el instante preciso’.
La personalidad musical de este grupo es tan acusada que resulta imposible disolverla en el zumo de modelos preconcebidos, no suenan ni recuerdan a nada ni nadie, un logro en tiempos en que la mayoría de bandas parecen salidas de una cadena de montaje.
Pucho y los suyos son capaces de condensar en píldoras de tres minutos la angustia por el desamor, la soledad y el paso del tiempo como pocos, y con apenas cinco referencias en el mercado, se han convertido en icono de la escena alternativa. En Calvià podrán presentar su último disco: Mismo sitio, distinto lugar.
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