«El Ayuntamiento de Palma ha tenido una actitud negligente e insensible con el rastro de la historia y con el paisaje urbano», apunta la organización. | ARCA

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La demolición del edificio regionalista ubicado en el Paseo Mallorca, en Palma, el peligro de derribo que acecha a la Torre de Vigilancia de Son Jaumell y a la Torre de Defensa de Capdepera, y los letreros desproporcionados y sin estética colocados en fachadas de pueblos de Mallorca, son las candidaturas elegidas para obtener el Premio a la Destrucción que concede anualmente la Asociación para la Revitalización de los Cascos Antiguos (ARCA).

Para ARCA los responsables máximos de la destrucción del edificio regionalista del Paseo Mallorca número 15, son los promotores que considera han carecido de sensibilidad hacia la huella del Patrimonio de la ciudad, y el Ayuntamiento de Palma por permitir la demolición sin atender la petición de esta agrupación comprometida con la conservación del legado arquitectónico.

ARCA ha explicado en un comunicado que muchos meses antes pidió la catalogación del inmueble por considerar que reunía características suficientes para ello.

«El Ayuntamiento de Palma ha tenido una actitud negligente e insensible con el rastro de la historia y con el paisaje urbano. Una destrucción propiciada por un consistorio que había prometido preservar el patrimonio», ha apuntado ARCA en su nota.

Según ARCA este era un edificio regionalista que recordaba los principios de la calle, al estar construido con materiales nobles en los acabados, teja, madera y piedra, con voladizo singular de madera y figuras esculpidas.

La otra candidatura recae en el peligro de derribo que se cierne sobre la Tiorre de Vigilancia de Son Jauwell y la Torre de Vigilancia de Capdepera, que ARCA considera que están en un estado lamentable de conservación, en riesgo de un derrumbe que en ese caso supondría su desaparición.

Estados edificaciones pertenecen al municipio de Capdepera, pero también el Consell de Mallorca comparte con el Ayuntamiento la responsabilidad en la protección, mantenimiento y rehabilitación del Patrimonio.

«Éste es un caso en el que la urgencia es evidente», ha advertido ARCA.

Ambas fortificaciones son Bienes de Interés Cultural (BIC), aunque según destaca ARCA «de poco les sirve la etiqueta de protección «si la desaparición es un riesgo inminente».

ARCA ha explicado que el Consell de Mallorca «desarrolla una campaña o plan de restauración de torres de defensa, pero este no llega a todos los lugares necesarios y el Ayuntamiento de Capdepera no ha dado un paso por iniciar las actuaciones de urgencia para evitar un mal mayor desde hace 20 años».

Aunque si el Ayuntamiento de Capdepera ha mostrado interés por otros elementos que también son atractivos patrimoniales y turísticos como es ahora el Castillo, ha apuntado ARCA.

También es una candidatura que opta al premio la de Los letreros llamativos, desproporcionados y antiestéticos que invaden muchas fachadas de pueblos y ciudades de Mallorca».

ARCA ha explicado que el abaratamiento de los nuevos materiales como vinilos y luces led han propiciado que «algunos comerciantes insensibles estén destruyendo la imagen de conjunto de los edificios de pueblos y ciudades».

Además, a juicio de ARCA, los grandes responsables de la galopante despersonalización de la imagen de las fachadas de pueblos y ciudades, son la exposición de utensilios y productos colgados en fachadas causan un efecto negativo, y la falta de celo urbanístico de los consistorios por falta de personal, recursos o de criterio estético y de sensibilidad hacia el patrimonio paisajístico, unido ello a una normativa no suficientemente adecuada.

ARCA tiene previsto elegir a la candidatura merecedora de este premio el próximo 15 de febrero durante un evento en que también se dará a conocer la ganadora del Premio a la Protección del Patrimonio, entre el poblado arqueológico de Capocorb Vell, el Museo de Manacor, y la productora del programa «Un lugar con historia».