Las autoras en la presentación del libro en Montuïri.

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«Un 21 de julio de 1989, en la tranquila localidad de Montuïri, sucedió una estrafalaria detención de un joven albañil llamado Macià». Así empieza Macià Manera 1962-2017. Seguirem Somiant (Lleonard Muntaner, 2017), presentado en este mismo pueblo en ese mismo día, casi treinta años después. Sin embargo, es solamente la primera parada del largo recorrido que espera tener esta edición, que llegará a Pollença el próximo 11 de agosto y, además, está previsto que también recale en otras localidades de la Isla y en Barcelona. Coordinado por la gestora cultural Magdalena Aguiló Victory, en su elaboración han participado también Apol·lònia Miralles, Joana M. y Margalida Sampol y Mercè Ventura.

«A partir de la repentina muerte de Manera y viendo cómo los periódicos informaban de manera tendenciosa, sin reflejar su figura humana y política, un grupo de amigas, unidas por la amistad que le profesábamos, decidimos hacer algo al respecto», justifica Aguiló. «Queríamos hacer una publicación plural que mostrara la personalidad de Macià, dignificar su figura y dejar a un lado todas las mentiras que se decían sobre él, de si era un terrorista o de si tenía detonadores, cuando realmente la historia objetiva es otra muy distinta», insiste.

Macià Manera.

Para hacer esta «reconstrucción de la figura humana y política de Manera», en el ejemplar se incluyen noticias y opiniones diferentes que han aparecido en la prensa escrita y digital desde el año 1989 hasta su muerte, el 28 de enero de este año. Además, también se presenta una cronología que repasa sus 54 años de vida, así como un breve periódico de anotaciones que Manera escribió durante 48 días, en 1991, y, finalmente, poemas que escribió mientras estuvo preso, entre 1989 y 1991. «Tuve muchas dudas acerca de si publicar la transcripción de esas anotaciones, pero, al no atentar contra su intimidad, creímos que incluirlo en el volumen ayudaría a la gente a conocer cómo era el día a día de un preso de alta seguridad», confiesa.

«La idea es que el lector saque sus propias conclusiones a partir de todo el material que le ofrecemos, fruto de una exhaustiva investigación, especialmente las futuras generaciones que no han podido conocerlo», señala.