Robe Iniesta en su última visita a la isla, junto a Extremoduro.

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Capitaneados por Robe Iniesta, Extremoduro supo imprimir una vuelta de tuerca al rock tradicional, empapándolo con poesía urbana y destellos visionarios. Ahora, sin la red de seguridad que le proporcionaba su banda, vuelve a lanzarse al vacío en un segundo trabajo en solitario titulado Destrozares, canciones para el final de los tiempos (2016), un álbum que defenderá en el recinto El Molino de Calvià el próximo 16 de julio, en el marco de su gira Bienvenidos al temporal.

Iniesta lleva firmando canciones y recorriendo la piel de toro desde 1983, cuando formó junto a unos amigos Dosis Letal, una banda de corta andadura que le sirvió para situarse en el mapa. No obstante, su auténtica historia comenzó a escribirse en 1987, año del nacimiento de Extremoduro, un proyecto que excede lo musical para erigirse en religión de su heterogénea parroquia, que comprende desde adolescentes inquietos a ejecutivos maduros. Échenle la culpa a un puñado de canciones que rastrean los ecos de Lorca, Machado y otros grandes librepensadores. Un alúd de referencias tan crípticas como el propio Iniesta, líder de los extremeños y culpable de inocular entre sus fieles lo que ningún profesor de literatura logró transmitirles. El romanticismo suburbial de Extremoduro sigue muy presente en la andadura en solitario del artista. Canciones que decantan toda la furia del rock urbano sobre una hormigonera rítmica, que funciona a pleno rendimiento.

En Calvià, los clásicos de Extremoduro se mezclarán con una selección de su repertorio más reciente, que incluirá temas de su primer LP, Lo que aletea en nuestras cabezas (2015), Disco de Oro a las pocas semanas de su lanzamiento; así como de su segundo disco, lanzado el pasado 18 de noviembre. Tanto para la grabación de las canciones como para su puesta en escena, Robe cuenta con músicos como Carlos Pérez, al violín; David Lerman, al clarinete; Álvaro Rodríguez, al piano; Alber Fuentes, a la batería y a las percusiones; y Lorenzo González, a los coros.

Coincidiendo con el verano, la gira Bienvenidos al temporal pasará a ocupar recintos de gran aforo, y es que hasta la fecha ha venido celebrándose en teatros y auditorio para audiencias reducidas.
Compromiso

Recientemente, el artista placentino evidenció su compromiso social renunciando a los 41.990 euros que el Ayuntamiento de Plasencia debía abonar para costear su concierto del próximo 7 de julio. En palabras del alcalde, Fernando Pizarro, se trata de un gesto «muy noble, generoso y justo con su ciudad».