El hombre se subió a gatas al escenario envuelto en una bandera australiana y tuvo tiempo de darse la vuelta, bajarse los pantalones y enseñar alegremente el trasero durante unos instantes sin que los servicios de seguridad ucranianos pudieron evitarlo. | EFE

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El espontáneo que se bajó anoche los pantalones en pleno escenario durante el festival de Eurovisión podría ser condenado hasta a cinco años de cárcel, según informó este domingo el Gobierno ucraniano.

El artículo 296 del Código Penal en su parte 3 sobre vandalismo con agravantes contempla desde una multa en metálico a hasta cinco años de prisión, según explicó hoy Arsén Avákov, el ministro de Interior ucraniano, en su cuenta de Facebook.

Avákov explicó que el juez dictará mañana lunes una medida preventiva contra el espontáneo, que es ciudadano ucraniano -Vitali Sediuk- y que se encuentra en estos momentos bajo custodia policial.

«En respuesta a la pregunta sobre el idiota que mostró su trasero ante 200 millones de telespectadores (...), según sus propias palabras quería hacer su hobby, ya que 'trabaja oficiosamente como periodista provocador'», señaló.

El ministro no dudó en tachar el hecho de «vergüenza para el país», aunque el joven oriundo de la ciudad de Borispol ya ha protagonizado incidentes similares con estrellas como Leonardo DiCaprio, Madonna, Will Smith, Bladley Cooper, Adelle o Kim Kardashián.

Al parecer, el hombre no sólo saltó al escenario, se bajó los pantalones y mostró el trasero, escena que pudieron ver en directo millones de espectadores, sino que se resistió a la detención, lo que agrava su delito, según Avákov.

El espontáneo subió a gatas al escenario envuelto en una bandera australiana y tuvo tiempo de darse la vuelta, bajarse los pantalones y enseñar alegremente el trasero durante unos instantes sin que los servicios de seguridad ucranianos pudieron evitarlo.

Esto ocurrió cuando Jamala, la ucraniana que ganó la pasada edición del festival, interpretaba su canción, aunque la cantante de origen tártaro no se inmutó y prosiguió su actuación.

Este incidente se ha convertido en una de las escenas más comentadas del certamen, además de la victoria del representante portugués, Salvador Sobral, que ganó Eurovisión por vez primera para su país con «Amar pelos dois» (Amor por los dos).