Fachada del Casal Solleric de Palma, centro que no cuenta con una dirección desde hace dos años. | Jaume Morey

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El segundo concurso público para designar al director artístico del Casal Solleric y el Centre d’Art i Creació (CAC) de Ses Voltes ha vuelto a fracasar. El primer intento se frustró tras el cese, el pasado mes de octubre, del anterior responsable, Fernando Gómez de la Cuesta, tras poco más de 50 días en el cargo. La persona ganadora de la última convocatoria, que fue escogida por una comisión independiente formada por cinco profesionales del sector, se retiró en el último momento y una vez que ya conocía el fallo de este jurado. Aunque no se han revelado las razones de su renuncia, fuentes conocedoras de lo ocurrido en este proceso desvelaron a Ultima Hora que las dos finalistas, de un total de siete candidatos, recibieron, presuntamente, un trato intimidatorio y diversas advertencias por parte del jurado durante las entrevistas personales.

Ahora, tal y como anunció este miércoles en Junta de Govern el regidor de Cultura de Cort, Llorenç Carrió, se creará una dirección general para que gestione estos espacios, además del recién inaugurado Can Balaguer. Los miembros de la comisión, los mismos representantes que escogieron a Gómez de la Cuesta, fueron Cristina Ros, periodista; Berta Sureda, gestora cultural en el Ajuntament de Barcelona; Santiago Olmo, director del Centro Gallego de Arte Contemporánea (CGAC); Piedad Solans, comisaria y crítica de arte, y el artista Carles Gispert, miembro de la Associació d’Artistes Visuals de les Illes Balears (AAVIB), quienes percibieron 600 euros por cabeza en base a su trabajo en cada convocatoria.

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«¿Estás segura de que quieres el cargo? Igual en unos meses acabas colgada de un garrover». Esta frase fue pronunciada por uno de los integrantes del jurado durante la entrevista a una de las dos finalistas del concurso público. La otra finalista, también una mujer, fue la que presentó, según reveló a Ultima Hora la citada fuente, «el mejor proyecto de todos», aunque su candidatura no prosperó al obtener un «cero» en la entrevista final. Aún así, y tras la renuncia de la persona escogida inicialmente, el jurado rechazó el nombramiento de esta segunda aspirante.

Preguntados por este presunto trato intimidatorio a las dos finalistas del concurso, desde la Regiduría de Cultura no quisieron hacer declaraciones al respecto.