Christiane Dopp y Birgit Heidsiek en el patio de La Misericòrdia, en Palma. | Teresa Ayuga

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«Todo lo que ocurre en un rodaje causa daños en el medioambiente y casi nadie es consciente de ello». Desde los generadores de electricidad o el transporte de la maquinaria que sea necesaria, hasta «los vasos y platos» que se usan o la «gran cantidad de carne» que se consume entre el equipo. Todo ello y mucho más deja una huella, en este caso negativa, con el medio que nos rodea, con la naturaleza. Como alternativa, hace ya algunos años entró en funcionamiento otro sistema de filmación, los green shootings o rodajes ‘verdes’. Las alemanas Christiane Dopp, gerente de la Film Commission de Hamburgo, y Birgit Heidsiek, directora de la revista Green Film Shooting, son dos expertas y pioneras en este campo. De hecho, esta ciudad germana fue la primera en implantar las grabaciones ecosostenibles.

Con motivo de unas jornadas sobre Green Shootings, que organizan hasta este martes en Palma desde la Illes Balears y la Mallorca Film Commission, Dopp y Heidsiek desvelan algunas claves de este sistema de grabación. En un rodaje regular se pueden generar «hasta 400 toneladas de residuos», sobre todo gaseosos, «que son los más dañinos», remarcan. Este sistema es «más costoso», avisa Christiane Dopp, aunque a largo plazo puede resultar «más rentable». «Solo hay que cambiar el chip; es más sencillo de lo que parece, porque no es tan complicado cambiar un generador por electricidad ecosostenible, como la solar, o más fácil aún, con la electricidad que usamos todos en casa, aunque para rodar en exteriores no es viable», remata Heidsiek.

Tampoco es dificultoso «que el catering sustituya la carne por otros alimentos o que los platos y vasos no sean de plástico y se puedan reutilizar». Desde lo más sencillo hasta lo menos accesible, «todo ello requiere una planificación previa, sino no es posible», coinciden.