Las autoridades aprovecharon la visita de Villaronga y su equipo para ver ‘Incerta glòria’, de reciente estreno. | Jaume Morey

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El equipo de Incerta glòria, la última película de Agustí Villaronga, ofreció ayer una deliciosa tarde de cine a quienes acudieron al Centre de Cultura Sa Nostra de Palma, organizada por la asociación de cineastas. El director; la productora, Isona Passola, y los cuatro jóvenes actores que sostienen la trama contaron sus experiencias sobre el rodaje de una historia de «emociones» intensas ambientada en la Guerra Civil. Por la noche, en la Sala Augusta, los espectadores pudieron conocer a los protagonistas del filme.

Los actores Marcel Borràs, la menorquina Núria Prims, Oriol Pla y Bruna Cusí encabezan un reparto que se completa con secundarios de alto voltaje: Lluïsa Gavasa, Telere Pávez, Juan Diego y Fernando Esteso, todo un elenco que huele a premio.

Premios

Aunque aún faltan muchos meses para que los académicos del cine español y del catalán emitan sus votos para los premios Goya y Gaudí, Passola aseguró: «Haremos una buena promoción para los Goya», galardones en los que el director tocó el cielo, en 2011, con nueve estatuillas por Pa negre.

El filme ha costado cuatro millones de euros y el Govern, que formó parte de un amplio abanico de colaboradores, aportó 95.000. De Villaronga se dijeron ayer muchas cosas y todas buenas. Passola, que le conoce bien, destacó su «talento», su «humanidad», su «transparencia y pureza a la hora de trabajar». Por su parte, los actores contaron que al rodar «parece que la película ya la ha visto, lo tiene muy claro, sus órdenes son muy precisas».

Es algo que se refleja en la pantalla, porque los cuatro se vuelven grandes encarnando a unos personajes perdidos a causa de un conflicto bélico que «trastoca sus vidas», que les arranca de su «rutina» y, como todas las guerras, las de antes y las actuales, «las que vemos en televisión todos los días, lo que sucede en Siria, los refugiados, saca lo peor y lo mejor de las personas», comentaba el cineasta, quien plantea la trama sin batallas, sin sangre, sin cañones echando humo. «Se depuró mucho» la novela del mismo título, de la que fue autor Joan Sales, porque este tipo de acción hay «que justificarla». En la película, las batallas se libran en el interior de los personajes, en sus sentimientos y comportamientos.

En este sentido, el filme, aunque aborda una situación y un tiempo concretos, se vuelve «universal», aseguraba Marcel Borràs, quien encarna a un teniente republicano que toma decisiones contrarias a los principios que guiaban sus actos en su vida anterior a las trincheras.

También se habló de la Guerra Civil, una etapa de la historia de España que «interesa muchísimo por todo el mundo, aquí la tapamos, pero fuera preguntan», recordaba Passola. Rodada en catalán, castellano y aragonés, el asunto de la lengua en una industria dominada por el cine estadounidense que habla inglés no fue ajeno al debate. Según Passola, «lo que llega de Europa es la diversidad, lo importante es que la película esté bien, a la gente la emocionas cuando la llevas a un lugar y lo haces bien».

Viajar por el mercado internacional con una buena película en catalán, «cuando hay un botón que la traduce» a cualquier idioma, no es el problema. La que manda es la calidad. En Incerta glòria la hay, lo que será una ventaja a la hora de la distribución. La productora adelantó que están en conversaciones para que una gran plataforma adquiera derechos de exhibición.