Lucía Sánchez y Josep Orfila en un ensayo. | M. À. Cañellas

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A la hora de afrontar su nueva propuesta escénica, la adaptación de Ricard III, una de las tragedias más celebradas de William Shakespeare sobre este monarca y el ascenso de la dinastía de los Tudor, Pere Fullana, de Iguana Teatre, tenía claro que quería despojar el texto de «toda esa parte histórica» para llevar el relato a otro escenario, un «cabaret negro de los años 40».

Con este montaje, que gira en torno a las ansias de poder, «tan de actualidad en este momento tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos», la compañía escénica vuelve a subir a escena una obra del dramaturgo inglés; la última vez fue en el año 2002 con Macbeth. Ricard III se estrenará el 25 de noviembre en el Teatre del Mar de Palma, donde se verá todo ese fin de semana.

«Teníamos muchas ganas de volver a hacer un Shakespeare y pensé que Ricard III era una obra actualísima, porque trata del poder, de cómo alguien es capaz de manipular la opinión pública para conseguir llegar a la cima de manera inimaginable y sin ningún tipo de conciencia», detalla Pere Fullana. Su Ricard III, que además coincide con el cuarto centenario de la muerte del escritor, «tiene mucho de tragedia y de sátira».