Rafael Balaguer, Rafael Moneo y Francisco Copado. | Fundación Pilar i Joan Miró

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El arquitecto Rafael Moneo visitó este martes la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma para conocer de primera mano el estado del edificio que él mismo proyectó en 1992.

Tanto la Fundació Pilar i Joan Miró como el propio Moneo han mostrado su «total predisposición» para participar y ayudar en la elaboración de los informes técnicos del Ayuntamiento de Palma y agilizar al máximo el proceso de reparación y rehabilitación de este edificio, ha informado esta fundación en un comunicado.

Ambas partes consideran que es de «vital importancia» que estos trabajos se lleven a cabo con la «mayor celeridad posible» y evitar así un posible aumento del coste de la reparación.

«Estoy contento de que, a pesar de que deben hacer reparaciones importantes en algunos puntos del edificio, su estado general es bueno», ha explicado durante su visita.

El director-gerente de la Fundació Pilar i Joan Miró en Mallorca, Francisco Copado, recibió a Moneo, único arquitecto español que ha sido galardonado con el Premio Pritzker de arquitectura.

En 1987, Rafael Moneo, que en aquel momento era «chairman» de la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard, recibió el encargo de proyectar la nueva sede de la Fundació Pilar i Joan Miró en los terrenos adyacentes a los estudios de Miró, cedidos por la viuda del artista catalán, Pilar Juncosa.

Moneo, que ha realizado la visita a la fundación acompañado por el arquitecto Rafael Balaguer, mostró un gran interés por el estado del edificio, especialmente por la zona del estanco situada en la azotea principal del conjunto arquitectónico y que da la bienvenida al visitante.

Integración

El edificio Moneo posibilita la integración del arte en la arquitectura, en consonancia con los deseos de Joan Miró, destaca la fundación. El exterior de una de las puntas del volumen estrellado está decorado con un mural cerámico inspirado en una obra del artista catalán y que fue realizado por la ceramista María Antonia Carrió.

Los jardines de la fundación recuperan, en parte, el entorno natural perdido y, además, permiten la fusión entre arte y naturaleza por la que siempre abogó Miró.

Actualmente, la Fundació Pilar i Joan Miró está trabajando en rehabilitar y reformar los tres edificios que integran el museo: el Taller Sert, en el que se invertirán los 40.000 euros que otorga el Ministerio de Cultura en la Fundación, el edificio Moneo, donde trabaja el equipo técnico del Área de Infraestructuras y Accesibilidad del Ayuntamiento de Palma, y la posesión Son Boter, del siglo XVIII.

Se trata de tres espacios emblemáticos y de gran valor, no sólo desde el punto de vista arquitectónico, sino sobre todo artístico y patrimonial.

En ellos el artista catalán pasó casi tres décadas creando una gran cantidad de su obra. Se trata de un legado de gran valor que quiso dejar a la ciudad de Palma y que es necesario preservar y proteger para las generaciones futuras, subraya esta fundación.