Estudiantes de arqueología americanos, haciendo prácticas en el yacimiento de Mestre Ramon, en Son Servera, durante el mes de agosto de 2014. Las labores allí se reanudarán este verano. | L. GOMEZ

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De la prehistoria a la antigüedad tardía, desde el año 2000 antes de Cristo al siglo VI de nuestra era es la franja temporal del pasado de Mallorca que este verano se investigará en la campaña de excavaciones arqueológicas. Estos 2500 a 2600 años de historia son el objetivo de una quincena de proyectos, de los que la mayoría recibirá la subvención solicitada al Consell y el resto se pondrán en marcha sin ella porque no la han pedido. La administración insular dispone de 180.00 euros y el trabajo, que se concentra en jornadas intensas, se desarrollará, sobre todo, en julio y agosto.

Según explican técnicos de Patrimoni Històric del Consell, en el Molí d’en Gaspar (Sineu) se trabajará sobre «la hipótesis de que existe un columbario» o sepulcro romano. En Son Real de Santa Margalida «continuará la excavación de la necrópolis talayótica y se consolidarán las tumbas para dejar el yacimiento visitable».

En el poblado talayótico de Talaies (Santanyí) se abrirán las primeras catas tras su limpieza, mientras que en Closos de Can Gaià, en Felanitx, «después de unos años de parón se retoman las excavaciones».

En el Fosat romà de Ses Salines se investigará otra hipótesis, la de que existe un foso romano que «estaría en el casco urbano, aunque no se sabe si vinculado a una muralla o era de tipo defensivo con empalizada».

En Na Galera, en la bahía de Palma, «será el último año de trabajo», se cerrará la excavación investigando en la parte central del yacimiento púnico-ebusitano sobre el que se cree que fue un santuario. Ses Llumetes es un barco romano hundido en Porto Cristo y muy expoliado y se intentará identificar la estructura del mismo, y Cas Quitxero (Palma) forma parte de un plan para sistematizar e intervenir en los yacimientos del Pla de Sant Jordi.

En Hospitalet Vell de Manacor no se hará investigación de campo, si no en el laboratorio.
La segunda campaña en Son Mas (Andratx) se vincula con «la puesta en valor del patrimonio» con visitas guiadas, y los arqueólogos vuelven a Ses Païsses de Artà para excavar y consolidar estructuras. Turassot de Costitx es un poblado de navetas y «el Ajuntament se ha puesto las pilas para recuperar el patrimonio y ponerlo en valor». Se limpiará y se hará la planimetría. También se limpiará Claper dels Gegants de Capdepera, «un yacimiento enorme en el que se excavó hace muchos años y luego se dejó». Pol·lèntia (Alcúdia) es un «clásico» en el que se seguirá ahondando en el conocimiento de esta ciudad romana. El de Mestre Ramon de Son Servera es un proyecto por zonas en el que se indagará si la de al lado está en relación y sa Ferradura (Porto Cristo) es un poblado de navetas en el que se busca la relación entre Mallorca y Menorca. En s’Illot de Sant Llorenç y en Son Serra de Muro también se espera a los investigadores.