Michael Keaton y Chris Rock, durante la gala. | Mariano Juan

TW
2

Las críticas por la falta de diversidad racial entre los nominados de este año y las advertencias sobre el cambio climático fueron también protagonistas de la 88ª gala de los Oscar en la que Leonardo DiCaprio obtuvo la primera estatuilla de toda su carrera por su trabajo en 'The Revant' (El Renacido).

Fue precisamente DiCaprio el que, al recoger su premio como mejor actor, aprovechó su discurso para llamar la atención sobre el cambio climático.

El actor, quien tiene una fundación que lleva su nombre, que trabaja en la protección del medio ambiente y en temas humanitarios, y que es mensajero de la Paz de las Naciones Unidas en ese ámbito, explicó que rodando 'The Revenant' en un año como 2015, considerado el más caluroso de la historia, tuvieron que desplazarse hasta el extremo sur del planeta sólo para encontrar nieve.

«El cambio climático es real. Está sucediendo ahora mismo. Es la amenaza más urgente que enfrenta toda nuestra especie y tenemos que trabajar en conjunto», advirtió el actor, cuya presencia en el escenario del teatro Dolby de Hollywood, hizo ponerse en pie a los asistentes a la gala que le dedicaron una gran ovación.

Diversidad racial

El otro gran tema que acaparó la entrega de los premios más codiciados del cine fueron las críticas lanzadas por el conductor de la gala, Chris Rock, quien inició la ceremonia con un monólogo en el que lanzó una severa crítica por la falta de diversidad racial entre los nominados de este año.

Así, durante la ceremonia se proyectaron imágenes de las películas nominadas, en donde se insertaron otras en sentido cómico de actores afroamericanos, para burlarse de la polémica situación.

«Sólo queremos las mismas oportunidades», puntualizó Rock, quien con sarcasmos y bromas de alto voltaje se mofó de la falta de oportunidades para las minorías.

Al inicio de la ceremonia, y a manera de presentación, Rock se refirió a los Oscar como los premios de «la gente blanca», causando risas entre los mas de tres mil asistentes, muchos de ellos grandes estrellas de Hollywood.

Y es que este es el segundo año consecutivo en el que la Academia no postuló a ningún afroamericano en las categorías de actuación.

Antes de iniciarse la ceremonia, a unas calles del teatro Dolby, decenas de manifestantes encabezados por el reverendo Al Sharpton protestaron por la falta de diversidad en esta entrega de los Oscar.