La escritora Maria Antònia Oliver, Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, posó en el patio de su casa en Biniali. | Teresa Ayuga

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Charlamos con Maria Antònia Oliver (Manacor, 1948) en su casa de Biniali después de ganar el Premi d’Honor de las Lletres Catalanes, la máxima distinción de Òmnium Cultural. Oliver recogerá el galardón el próximo 6 de junio en Barcelona y lo hará «en mi nombre y en el de Jaume Fuster (su marido, fallecido en 1998), porque también es suyo».

La escritora afirma tener una nueva novela en el tintero. “No sé si será un nuevo caso para Lònia o no, pero si lo es, saldrá mucho más viejecita. Ahora tengo unas cuantas ideas. Tengo algunas cosas escritas sobre un fotógrafo o fotógrafa de guerra, cuyo conflicto gira en torno a que no sabe si tomar fotografías de la gente que lo está pasando mal, o por otro lado, ayudarles”, afirma Oliver.

Maria Antònia Oliver rememora su pasado y afirma que,“en la clandestinidad de los setenta, y también a principios de los ochenta, éramos muchísimo más libres. Sobre todo cuando murió Franco. Aquel día salimos a la calle a gritar. Guardo muy buenos recuerdos de aquella época”.

Preguntada por el proceso catalán, la ganadora del Premi d’Honor de las Lletres Catalanes opina que “la independencia de Catalunya está muy cerca. En el caso de los Països Catalans, será mucho más complicado.