El elenco de actores de la representación. | Pere Bota

TW
13

«Ha habido guerra en el Bisbat y más de uno va de rodillas», declamó la escritora y profesora de la UIB Caterina Valriu en su papel de criada del Rei Melcion, durante la representación de la Adoració dels tres Reis d'Orient que tuvo lugar este miércoles en Ses Voltes de Palma. La obra de Llorenç Moyà, del quien este año se celebra el centenario de su nacimiento, sirvió un menú repleto de 'morcillas', tantas que incluso las más políticas llegaron a hacerse algo pesadas, repetitivas y carentes de chispa.

Valriu no fue la única en sacar a relucir la polémica de Javier Salinas, obispo de Mallorca, sino que hubo múltiples referencias a los encuentros de éste con su exsecretaria personal. Hubo 'palos' para todos, y en una edición con representantes políticos tan variados como esta, los hubo también de todos los colores. Así sucedió y así lo había previsto el creador del vestuario, Rafael Pizarro, quien diseñó la vestimenta basándose en los colores que representan a cada uno de los partidos políticos.

Una de las mayores novedades fue la suerte de 'batalla de gallos' que tuvo lugar en el escenario entre la Sibil·la, encarnada por la coordinadora de Cultura de Cort, Noemí Garcies, y Herodes, interpretado por Àngel March, funcionario de la Conselleria de Salut.

La Sibil·la se armó con su tradicional espada, esta vez convertida en guitarra eléctrica, y dejó escuchar su canto con un estilo que no podía evitar recordar a Gran Sol, su propio grupo de música.