Rafel Creus, Esperança Camps y Pablo Mielgo durante la presentación del concierto. | Jennifer Munar

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«El concierto de Año Nuevo es, básicamente, una fiesta de celebración. Nuestra intención es que la gente pase la resaca con la mejor música posible», afirma Pablo Mielgo, director de la Orquestra Simfònica de Balears. La actuación, que los últimos años se había realizado en Trui Teatre, se traslada por primera vez al Teatre Principal, como un elemento más de esa renovada intención de «servicio público» de la que el Consell trata de dotar a la formación. La cita será el 1 de enero, a las 20.00 horas, en el ya mencionado Teatre Principal. El recital también se podrá disfrutar al día siguiente, en el Auditori de Manacor.

«Queremos que sea una noche mágica, y para ello creemos que debemos interpretar los mejores clásicos. El programa combinará música vienesa y zarzuela popular», explica Mielgo.

Este inicio de apertura de la Simfònica a la sociedad incluye un «proyecto educativo, un trabajo conjunto con academias y el Conservatorio y una iniciativa de música de cámara». Todo ello sumado al refuerzo que supone el proyecto Viena a la asistencia de público joven a los conciertos de la orquesta.

Los lazos entre la Simfònica y el Consell, el Govern y el Ajuntament de Palma se van afianzando con cada nueva propuesta. «Cuando asumimos el poder había cosas a mejorar, tanto a nivel interno como en cuanto a su proyección exterior», admite Esperança Camps, consellera de Cultura.