Cristina Van Roy, cantando ‘La Sibil·la’ en una imagen de archivo. | Jaume Morey

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«En Mallorca echo en falta un soporte intelectual serio para que el Cant de la Sibil·la no se convierta en una pieza banal de tanto usarla, desvirtuando la tradición». Lo dice Maricarmen Gómez Muntané, catedrática de Musicología en la Universitat Autònoma de Barcelona e impulsora y coordinadora del libro 'La Sibila. Sonido. Imagen. Liturgia. Escena', editado por Alpuerto.

El volumen, -en el que participan los mallorquines Gabriel Seguí, profesor de Filología Catalana y Liturgia Medieval, y el musicólogo Francesc Vicens-, surgió de un proyecto de I+D, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, «a raíz de que se quiso recuperar La Sibil·la en la Catedral de Barcelona», cuenta Gómez Muntaner.

Para Seguí, su importancia radica en que se trata de una investigación «multidisciplinar desde el punto de vista científico, no sentimental». En total, firman artículos en el mismo diez investigadores conocedores de este canto medieval desde las disciplinas en las que son expertos.