El guitarrista y compositor Felipe Fresón.

TW
2

En ¿Eso dije? ¡Dios mío! (Chelsea Ediciones ), Felipe Fresón recoge una declaración que hizo para Subterfuge, sello que ampara a uno de sus tantos grupos, Los Fresones Rebeldes. «La música pop es como la vida». Él estuvo a punto de dejar su plaza de funcionario para vivir del pop clásico con guitarras y tambores, como le gusta llamarlo, en el 98. Tras enterrar algunas formaciones y resucitar a otras, regresa al ruedo con Cola Jet Set, que publica nuevo LP en noviembre, El fin del mundo, y, mientras tanto, pincha de vez en cuando. Como hoy, a las 23.30, en el bar Lisboa. Allí, el guitarrista y compositor, acompañado por Reventat i Volquete, hará girar los discos que configuran la historia de su vida.

En Los Canguros, su primera aventura musical, empezó con 24 años. Una década más tarde obtuvo su primer éxito, Al amanecer, gracias a Los Fresones Rebeldes. «Y todavía aspiro a volver a dar el golpe en cualquier momento», reconoce en conversación telefónica Felipe, con Cola Jet Set en mente.

En el brillante documental Los chicos de los discos, Felipe aparece con una inmensa colección de discos de vinilo a su espalda. «Si fuera un faraón me haría enterrar con ellos», dice.

En la velada palmesana, desfilarán por sus platos las canciones que le han emocionado y hablado, las que le hacen añorar cosas que nunca le han pasado, como un verano en California, o las que le empujaron a montar un grupo. «Habrá pop y un poco de caña de los 60, nueva ola y de ahora».