La actriz Vicka Duran posó en Palma, a pocos días de su estreno en Madrid. | J. J. Monerri

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Vicka Duran no ha dejado de trabajar y de seguir formándose desde que, hace tan solo unos años, se licenciara en la Escola Superior d’Art Dramàtic de les Illes Balears (ESADIB). Fruto de una colaboración con el Teatro Lara de Madrid, nació Domènica, una pieza escénica que se verá en este escenario de la Gran Vía.

Duran huye de las etiquetas, «no me gusta clasificarlo todo», aunque si tuviera que poner una palabra a Domènica sería «ambigüedad». Precisamente, fue la ambigüedad de la obra de El Greco lo que le llamó la atención de la obra del artista. Esa característica se plasma «en el argumento, en los personajes y en las situaciones que se dan». Y aunque el público tenga voz y voto en el transcurso de la trama, «no hay improvisación». «Es un experimento del que estoy deseando ver los resultados frente al público», añade.

El montaje parte de una historia de amor «dolorosa» y de cómo «esa frustración» nos transforma y conduce nuestras decisiones. El reparto de Domènica está integrado por tres intérpretes que se meten en la piel de diferentes personajes: Neus Cortés, «que es de mi misma promoción de la ESADIB»; Eli Zapata y Alekhandro Ansari. «Han trabajado muchísimo, el proceso de trabajo no ha sido fácil».