El director insular de Cultura, Rafel Creus, en el Principal. | Joan Torres

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Su carrera como periodista y su interés por la cultura hacen que Rafel Creus no sea una persona ajena al sector. El director insular de Cultura no ha abandonado desde su nombramiento el despacho, dividido entre La Misericòrdia y el Teatre Principal, al haber asumido su gerencia temporalmente.

Su dedicación en este arranque de legislatura es frenético. Asegura que tiene varios objetivos claros de su paso por la política: cambiar la tramitación de las subvenciones y que «la cultura llegue a más gente. Hay gente que no está sensibilizada y las instituciones públicas tienen que gestionar la cultura no como un negocio. Es un servicio».

Creus explica alguno de los objetivos en materia cultural de esta legislatura. «Este gobierno tiene como uno de sus ejes la participación y nosotros vamos a aplicar esto al Principal, pero sin eternizarlo. Queremos que cada sujeto que tiene algo que ver con el teatro pueda dar su opinión: trabajadores, coros, Simfònica, otros teatros,... El Principal tiene que destacar por su trabajo y cuando llegue el nuevo director tienen que estar claros sus ‘mandamientos’, consensuados entre todos».

A propósito de la Orquesta Simfònica, el director insular de Cultura afirmó que «la situación es que el Consorci se mantiene porque el Consell tiene una deuda contraída. Hay un informe en contra de cómo se hizo la liquidación, pero Cort pagó. Nuestra idea es pagar».