Imagen de ‘Juego de Tronos’ , que se rodó parte en Andalucía, adonde regresa de nuevo, además de pasar por Navarra, Castellón y Catalunya.

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El otoño de 2012 marcó un frenazo en seco en las aspiraciones de Mallorca, de Balears, de ganar competitividad en el mercado cinematográfico internacional. El cierre de la Film Commission, y el posterior escándalo del impago institucional al filme Cloud Atlas, permitió a otras comunidades autónomas abrirse paso y desbancar a un rival de gran potencial en el mapa español. Las Islas se descolgaban de la 'guerra' de rebajas fiscales. Y aspirar a ser escenario para Juego de tronos, como Andalucía, era un regalo apto sólo para aquellos sobradamente preparados. Ahora, Girona y Peñíscola, entran en la serie de HBO.

Ridley Scott, Juan Antonio Bayona, Louis Leterrier, Justin Lin, Almodóvar, Bard Bird,... son algunos de los directores que en este tiempo se han dejado ver por España, sus rodajes han tenido un notable impacto económico en el país y abren la puerta a nuevas visitas, cameladas a base de desgravaciones –Canarias ofrece una de las ventajas fiscales más altas de toda Europa– y de platós naturales únicos y versátiles. «Aquí se había empezado a hacer cosas. Ahora las producciones americanas desconfían y llevamos tres años de travesía en el desierto», lamenta Germán Traver, presidente del clúster Audiovisual.

2011 fue un año irrepetible, por el momento, para la Isla. The Pelayos, Fuera de juego, Mad Dogs, Cloud Atlas, Jappeloup y The Stranger Inside son algunos de los rodajes que pasaron por Mallorca. Aquel oasis se desvaneció y, desde entonces, Balears se enfrenta a una nueva realidad, una doble competencia: La internacional, con Malta o Francia como adversarios puntales, y la nacional con Andalucía, Canarias o la Comunidad Valenciana.