Un frontal del altar del siglo XV de Santa Elisabet de gran valor histórico. Foto: D.G. MURRAY

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«Queremos los cuadros para cuidarlos y limpiarles el polvo porque en Palma corren peligro, en el monasterio hay palomas y ratas y el tejado está mal. Yo voy todas las semanas y ando con cuidado. Hemos preparado [en Inca] una sala para guardarlos. ¡Claro que no vamos a venderlos, nosotras no necesitamos nada, somos contemplativas, tampoco queremos llevarlos a la Península, ¡si los conventos de allí están llenos de cuadros! Estos irán a un museo cuando se restauren, claro». Lo contaba Sor Teresa, superiora del convento de las jerónimas Sant Bartomeu, de Inca, a donde fueron a vivir la primavera de 2014 sus hermanas de Santa Elisabet, de Palma, por su avanzada edad.

Sor Teresa se refiere al hecho de que, este lunes, responsables del Obispado detuvieron el traslado de algunos de los cuadros que las monjas pretendían llevarse de Palma a Inca en un camión. Legalmente, no pueden hacerlo sin solicitar permiso a Patrimoni Històric del Consell si se trata de las obras que están catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC) junto al edificio, iglesia, huerto y archivo.