David Bustamante.

TW
12

David Bustamante celebra sus trece años en la élite con Vivir, un álbum donde acomete la mayor evolución artística de su carrera. Minucioso y meditado, es su trabajo «más maduro e internacional» hasta la fecha, donde luce una voz más amplia de registros pero tan exaltada y temperamental como de costumbre. El cántabro presentará su nuevo material en Trui Teatre el próximo 25 de abril, a las 21.00.

Alumno avanzado de la factoría Operación Triunfo, Bustamante está paseando su octavo disco por los foros de medio mundo. Eligió México para grabarlo porque le brindaba «muchas cosas, pero sobretodo un sonido completamente distinto al que venía realizando hasta ahora, estoy muy satisfecho», reconoce.

Basta una simple escucha de su primer sencillo, Feliz, para apreciarlo. Con uno de esos estribillos que se incrustan en el cerebro, la canción «tiene un componente muy especial». Como la uva de Burdeos, el cantante mejora con los años, «el paso del tiempo me ha dado una eprspectiva y experiencia en todos los sentidos muy saludable», confiesa.

Para la mayoría de solistas su último trabajo es siempre el mejor, Bustamante defiende esa teoría con uñas y dientes: «las canciones de Vivir reflejan un componente fundamental de mi vida, creo que son lo mejor que he hecho», insiste. Por otra parte, reconoce estar viviendo un sueño desde que abandonó, con apenas diecinueve años, su Cantabria natal: «En algunas cosas aún sigo comportándome como aquél chaval». Un ‘chaval’ que hoy ya cuenta con treinta y tres años y que, a base de constancia, se ha convertido en una de las figuras indiscutibles de la música melódica cantada en lengua española.

La gira del álbum le está llevando por recintos de aforo contenido que «me ofrecen un contacto directo e íntimo con el público, algo que me parece maravilloso. He vivido las dos caras de la fama y tengo claro que la gente es el motor de mi carrera, sin ellos este camino sería muy complicado de recorrer, por no decir imposible», concluye.