Fachada de la librería Ripoll. | Joan Torres

TW
29

Los inicios de la Librería Ripoll de la calle Sant Miquel de Ciutat se remontan al año 1930, cuando ni siquiera se ubicaba en la famosa vía del Casc Antic de Palma. Tomàs Ripoll Sastre (1907-1971), padrino del actual propietario, Manuel Ripoll, alzó la barrera por primera vez en un local de la Plaça Quadrado.

Una década más tarde, en 1941, fue cuando este rincón especializado en libros antiguos, láminas, xilografías, grabados o postales, entre otros objetos de anticuario, se mudó a su espacio actual. Ahora, 85 años después, el «desgaste» por la crisis ha obligado a Ripoll a bajar la barrera de manera definitiva. Será el día 15 de este mes.

«Es una noticia muy triste, sobre todo para mí, que soy la segunda generación de mi familia que trabaja en la librería», confiesa Ripoll.

Todo comenzó a truncarse en 2007 con el estallido de la crisis económica, después de una década, la de los años 90, que supuso «nuestra época dorada, fue cuando más vendimos». Pero todo tiene un principio y un final, «y este es el de la librería, aunque no pienso dejar de trabajar». Y con razón, ya que Manuel Ripoll atesora más de 200.000 libros, algunos de ellos muy valiosos, aunque no quiere desvelar títulos, «me gustan, sobre todo, los que están relacionados con la imagen».

Después de la crisis, otros factores han sido claves para decidir echar el cierre. La «caída en las ventas» es uno de ellos. «El ochenta por ciento de mis clientes eran institucionales [bibliotecas, universidades, etc], y ahora no se compra nada de nada; el otro veinte son privados, que ahora tampoco gastan». También la «falta de ayudas por parte de las instituciones».

Con el cierre, el miércoles que viene, de la Librería Ripoll, se pierde otro comercio histórico de Palma.