Una selección de algunos de los productos basados en la trilogía de ‘Cincuenta sombras de Grey’. | Jennifer Munar

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Todo lo que ponga Grey está agotado: esposas, lubricantes, látigos, dilatadores...», asegura Cristina Amengual, dependienta de El Baúl Erótico. La razón: Cincuenta sombras de Grey, la saga literaria del momento. Con cien millones de copias vendidas, casi tres millones de euros recaudados en entradas previas al estreno de la película y un importante aumento de las ventas de jueguetes sexuales, la franquicia es un auténtico filón en el mundo de los negocios.

«Con la aparición de los libros los productos de fantasía empezaron a venderse el doble», recuerda Claudia Marcos, responsable de La Maleta Roja.

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«Si antes vendía dos esposas al mes, a partir de ese momento empecé a vender dos a la semana». «Muchas mujeres se desinhibieron tras leer la trilogía y quisieron comprar productos que antes no habían probado. Lo más sorprendente fue todo lo relacionado con el sexo anal, que siempre había sido tabú», explica Amengual. «Muchos maridos venían con una lista de productos que su mujer quería probar, ¡como si trajeran la lista de la compra!».

Por si el éxito alcanzado no fuera suficiente, la autora de los libros, E. L. James, ha lanzado también su propia línea de lencería Cincuenta Sombras de Grey, con la que todos los fans de la saga podrán sentirse como los mismos Anastasia o Christian.