Visión aérea de la ciudad de Palma, donde se observan monumentos emblemáticos, como la Catedral o la fachada marítima, que pretende ser Patrimonio Mundial de la Unesco.

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La «encrucijada de culturas y civilizaciones» que han habitado y levantado la ciudad de Palma, la «silueta de Ciutat sobre el mar» y todo el conglomerado arquitectónico, histórico, paisajístico y cultural que ofrece son las «grandes» bazas del Ajuntament de Palma para lograr una candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco.

Bajo el lema Palma, paisaje cultural sobre el mar, la comisión evaluadora del proyecto desveló este viernes un avance de la propuesta que presentarán a la Unesco para situar a Ciutat en el mapa mundial de ciudades patrimonio de la humanidad.

La propuesta no caerá en trazar «una delimitación perimetral» de Ciutat, porque «es insuficiente la idea de reducir el reconocimiento de Palma a un frente marítimo sin incluir ni poner de relieve la riqueza cultural del conjunto de la ciudad», explicó el regidor de Cultura del Ajuntament de Palma, Fernando Gilet.

Gilet dejó claro que «cumplimos dos de los requisitos para entrar en la lista indicativa del comité de ciudades patrimonio de la Unesco». Estos son contar con «un conjunto de valores y atributos sobre los que se identifica y asienta la ciudad de Palma» y la singularidad «de la ubicación de la ciudad junto al mar, circunstancia que le da una imagen única y reconocible». De ahí que el skyline desde el mar, con la Seu, sa Llonja y el Castell de Bellver como armas «cumbre», se complemente con el resto de monumentos de la ciudad, «de gran valor».

La comisión evaluadora del proyecto de candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco la conforman representantes de las tres instituciones –Govern, Consell y Ajuntament–, así como del Bisbat de Mallorca, el Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), ARCA, el Col·legi d’Arquitectes, de la Societat Arqueològica Lul·liana y las asociaciones de vecinos de Palma.