La banda tocando durante una actuación. | Silvia Mautner

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Hace más de cuatro décadas, bajo una enorme bola giratoria de espejitos los jóvenes del mundo entero bailaban febrilmente los sábados noche al ritmo de la música disco pionera. Uno de los grupos exponentes del género fue Kool & the Gang quienes, junto a Earth, Wind & Fire o la Dazz Band sirvieron como prototipo de las agrupaciones de jazz que se pasaban con un excelente bagaje musical al disco funk, una música más participativa y, sin duda, lucrativa. El próximo 21 de agosto, a las 21.00, aterrizarán en Port Adriano (Calvià).

Anclados en una nostalgia discotequera que evoca las andanzas de Toni Manero, si fuera por los de New Jersey los zapatos de plataforma y los pantalones de campana nunca habrían pasado de moda. La banda escribió alguna de las más legendarias páginas de la música disco de la primera mitad de los setenta, la edad de oro de las fiebres de sábado noche, creando un sonido característico próximo al de leyendas como James Brown. Produjeron joyas como Let’s go dancing, Down on it o Celebration, canciones que combinaban sabiamente el funky más combinativo con lo mejor de la música negra y unas voces inconfundibles, cualidades que les convirtieron en reyes de las pistas de baile hasta bien entrados los años ochenta.

En plena reivindicación de la cultura dance, con el estallido actual del techno y sus derivados electrónicos, volver a sentir la pulsación física, tangible y real de Kool & the Gang es reencontrarse con la parte más primitiva y lúdica de la cultura de baile. En el haber de la nostalgia hay también que poner a esta banda que, con una longeva trayectoria, sobrepasa la simple calificación de especialistas en sonido disco para trascender al terreno social, y es que su explosión de color y sonido cambió los setenta con un torrente de éxitos y premios.