Donald Murray y Aina Pascual, recibiendo un obsequio de Joan Guaita. | M. À. Cañellas

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La iglesia del monasterio de Santa Magdalena sirvió de marco para el acto de homenaje a la historiadora Aina Pascual y al fotógrafo Donald Murray, organizado por la Fundació Amics del Patrimoni, en su XII edición de la Festivitat de l’Esplendor de la Mediterrània.

Acompañaron a Aina y a Donald en este acto la directora insular de Cultura, Catalina Sureda; la consellera insular de Benestar Social, Catalina Cirer; el presidente de ARCA, Pere Ollers, y Joan Guaita, presidente de la Fundació Amics del Patrimoni, además de numerosos amigos.

Presentó el acto el presidente de ARCA, Pere Ollers, al que siguió el parlamento del doctor en Historia del Arte Marià Carbonell, quien destacó la trayectoria de ambos homenajeados. De Aina señaló que «sus méritos son públicos y clamorosos. Sus libros La Casa y el Tiempo y los relativos a jardines, conventos y posesiones forman un punto de partida de muchos estudios».

Carbonell valoró el trabajo y la admirable carrera de Donald Murray realizada en Palma durante los ultimos 30 años, sin olvidar su buen trato, formas elegantes y su disposición a colaborar. Con Aina -dijo- encontró a un alma gemela en lo que es la defensa del patrimonio de Mallorca».

A continuación, el presidente de Amics del Patrimoni, Joan Guaita, realizó la entrega a Aina y a Donald de una obra de Pepe Dámaso, como recuerdo de este homenaje, y otro del mismo autor a Marià Carbonell y a la superiora del monasterio de Santa Magdalena.

Aina Pascual, por su parte, señaló a continuación: «Creemos que la palabra homenaje es exagerada, y que parece que nuestra actividad profesional haya terminado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, porque la pasión y la dedicación que ambos sentimos por el patrimonio no acabará nunca».

«Creemos firmemente –continuó– que nuestra labor la juzgarán las generaciones venideras, pero ahora nos sentimos orgullosos de «levantar acta» de un legado inestimable que no siempre se ha valorado, ni se valora, en su justa medida».