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El Rey inauguró a principios de julio en la Biblioteca Nacional una gran exposición, Diseñar América, en la que se muestra hasta el 12 de octubre la huella española en Estados Unidos. Parte de ella es un impresionante despliegue de cartografía histórica de dicho país y de cómo los españoles, incluidos los misioneros mallorquines -especialmente Junípero Serra, a quien se le dedica una sección propia en la exposición- contribuyeron a lo que con sus luces y sombras es hoy Estados Unidos.

¿Mallorquines que han forjado la historia de Estados Unidos? Fueron muchos. En México, y parte de USA, la obra del franciscano Antoni Llinàs (1635-1693), fundador del primer colegio de Propaganda Fide, fue muy querido, especialmente en San Antonio, y muy estudiado. Tanto es así que hace poco se publicó una tesis de licenciatura sobre él en la Universidad de Nagodoches (Texas).

De la mano de Llinàs, Massanet fue otro balear que contribuyó a construir EEUU. Recorrió, como se lee en un manuscrito que se encuentra en la sede de la Biblioteca Nacional, en Madrid, «caminos ásperos, despoblados, con total desamparo y escasez de víveres, con muchísimos instantáneos peligros».

En el tintero

Aparte del archiconocido Juníper Serra, estudiado a fondo por Steven Hackel, de la Universidad de California-Riverside, o por John Dagenais de UCLA o por José Refugio de la Torre del Colegio de Jalisco, otros tantos mallorquines, que también participaron en la evangelización de Estados Unidos se quedaron en el tintero, y eso que hicieron una gran labor, como el padre Jaume, que murió «flechado» por los nativos; también Crespí, compañero del alma de Serra, al igual que Palou. O Bonaventura Sitjar, quien fue un recopilador de idiomas nativos. Para los españoles, un nativo era un individuo a evangelizar, a asimilar; para los sajones, era un individuo a eliminar. Los misioneros nuestros crearon ciudades como Los Ángeles, San Francisco, San Antonio, Santa Fe y un largo sinfín.

Los españoles fueron colonizando desde 1561 Florida, Nuevo Méjico, Arizona, Texas y, finalmente, en una campaña sistemática, California. En Diseñar América se especifica el importante papel del padre Serra en esa campaña, su participación en la fundación de nueve misiones directamente y otras muchas a través de sus discípulos. Las misiones y los presidios -guarniciones militares- están en la base de la California actual. Así, el Camino Real de California empezaba en México y terminaba en San Francisco, vertebrando el territorio del actual EEUU. No falta en la muestra uno de los mapas que el gran cartógrafo deianenc del XVIII, Felipe Bauzá, levantó de la costa de Alaska y los libros dedicados a estudiar la labor de los misioneros mallorquines en Estados Unidos como los de Elder (1930), Lummis (1929) y Hudson (1901), los tres verdaderas joyas de bibliófilo. Para completar el contenido de la exposición existen dos estudios elaborados por el profesor de Historia Moderna de la UIB, Antoni Picazo, publicados hace años por la editorial El Tall.