Los 17 alumnos graduados, en el escenario ubicado en la entrada de la ESADIB. | Jaume Morey

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Han salido del cascarón y la siguiente función locomotriz es desplegar las alas. Solos. Un total de 17 alumnos que integran la quinta promoción de la Escola Superior d’Art Dramàtic de les Illes Balears (ESADIB) se graduó ayer, en un escenario ubicado en la explanada principal, ante decenas de personas, entre familiares, amigos y estudiantes.
La ceremonia, conducida por la exalumna Vicky Pericàs, la introdujo Pere Fullana, director del centro, que se dirigió a los nuevos graduados como «gente que participará en el arte de contar historias. Este es un buen oficio, enhorabuena y bienvenidos».

Los alumnos subieron uno por uno a la tarima, a medida que iban siendo nombrados, y se fundieron en un abrazo con Pere Fullana, quien les entregó el diploma de titulación junto a un DVD personalizado que registra las prácticas, talleres y representaciones que han llevado a cabo durante los cuatro años de estudios.

Al concluir, algunos de los presentes se alzaron en sus sillas y leyeron frases relacionadas con la quinta promoción. Cayó serpentina, confeti y globos de colores que acabaron explotados. Y sonó la canción El gran salt, de Manel. «He dado un salto, un salto extraño que nos ha levantado más de tres palmos», reza la letra. Ése salto es el que Jaime Sureda está dispuesto a efectuar. «Somos una gran familia y hemos dado el máximo para llegar hasta aquí. Ahora toca buscar trabajo y proyectos personales», recalcó. Juana Maria Peralta, por su parte, se desplazará hasta Barcelona para cursar un máster y gestará una agrupación teatral.

Moverse

Es tiempo de ampliar la formación en el exterior, crear proyectos o alistarse en alguna compañía; es hora de agitar las alas y despegar, de «no dejar de moverse», zanja Peralta.