Tres miembros de Sexy Sadie posaron para la entrevista esta misma semana en Palma. En la imagen, de izquierda a derecha, Carlos Pilán, Jaime G. Soriano y Jaume Gost. | M. À. Cañellas

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Es falso que la nostalgia sea una parcela exclusiva de quienes peinan canas. Basta acudir a un concierto de Sexy Sadie para entrar en razón: chavales de veinte años se mezclan con tipos que llevan años ahogados en una hipoteca. Y es que pese a juntarse de forma ocasional, la banda de Jaime G. Soriano mantiene el tono de una máquina perfectamente engrasada. El próximo 5 de julio y con motivo del XXV aniversario del sello Subterfuge, encabezarán un cartel que completan Sterlin, Indian Summer y el dj set de Eva Amaral, vocalista de Amaral; en la sala Es Gremi de Palma, a partir de las 21.00.

—¿Cansado de que siempre se le pregunte por la posibilidad de grabar nuevo material?

—No, pero hacerlo cada vez es más difícil porque vivimos en lugares distintos, de hecho estaría encantado de hacerlo. Le vería más sentido a una gira con nuevo material que no tocando sólo clásicos.

—¿Cree que de grabar nuevas canciones, éstas estarían a la altura de su repertorio?

—De hacerlo nos lo tomaríamos como un proceso divertido, nos despojaríamos de todos los prejuicios que tuvimos en discos anteriores, y desde luego el resultado sería algo muy diferente a lo que hemos hecho hasta ahora.

—¿Son muy distintas las sensaciones que se experimentan al subirse a un escenario con veinte y cuarenta años?

—En el fondo son iguales, aunque sí que es verdad que con veinte años más te pones menos nervioso, estás más seguro de ti mismo, las sensaciones cambian pero la ilusión es la misma.

—Sexy Sadie encabeza las listas de bandas que más nostalgia despiertan entre el público, ¿esa fijación con el pasado dificulta que proyectos como Sr. Nadie no acaben de despegar?

—Con Sexy Sadie tuvimos la suerte de dejar huella en mucha gente, algo de lo que estamos muy orgullosos, y Sr. Nadie es un proyecto que está despegando en un momento musical muy complicado, ojalá me vaya tan bien como con Sexy Sadie, pero no depende solo de mí.

—¿El concierto del 5 de julio será el clásico repaso a sus temas más representativos o deparará alguna sorpresa?

—Un poco las dos cosas, tocaremos las canciones que el público espera oír pero también habrá varias sorpresas.


—¿Cuál es el grado de implicación de la banda en este tipo de reuniones?

—Es máximo, aunque ahora mismo es casi como una diversión, estamos, quizás, incluso más implicados que en los últimos años, nos estimula mucho y ojalá pudiéramos hacer un concierto cada dos o tres años.

—¿A veces no tiene la impresión de que Sexy Sadie han sido algo así como los Van Gogh del indie? Se han hecho más grandes tras desaparecer...

—No creo que tras desaparecer nos hayamos hecho más grandes, nos hemos hecho más viejos. Aunque sí que es verdad que con el tiempo la percepción sobre algunos libros, películas o grupos cambia, llegando a apreciarse más. La música es atemporal, ahí tiene a los Pixies que llevan diez años de gira.

—¿Qué bandas lleva Jaime G. Soriano en el MP3?

—No tengo MP3, pero suelo escuchar bandas como Kins, Beach House, estoy escuchando los primeros discos de Tina Turner, y estoy rememorando a los Talking Heads.