Tomeu 'l'Amo' presentó ayer el cuadro.

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Tres expertos en diferentes facetas del mundo del arte certificaron ayer en Madrid que El nacimiento intrauterino , lienzo adquirido en 1988 por el artista Bartomeu Payeras, Tomeu 'l'Amo', a un chatarrero de Girona por 25.000 pesetas, es un auténtico Dalí y, además, es la primera obra surrealista pintada por el genio de Figueres.

Se trata de un óleo sobre tela de 100 x 70 centímetros. En la parte inferior derecha se lee la frase «Al meu benvolgut profesor en el dia del seu natalici. 27-IX-96. Dalí». Dalí nació en 1904. 1896 sería la fecha de su nacimiento intrauterino a partir de un huevo, según 'L'Amo'.

Verificaron su autenticidad ayer, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Nicolás Descharnes, experto internacional en la obra de Salvador Dalí; José Pedro Venzal, director del Laboratorio Venzal de Criminalística Documental, de Mallorca; y Carmen Sandalinas, doctora en Bellas Artes. Los estudios técnicos se desarrollaron entre 2004 y 2013. La pieza fue restaurada en 1990.

Tomeu 'l'Amo', pintor y escultor felanitxer , indicó que hace más de 26 años que estudia la obra del creador catalán, paralelamente a los trabajos para demostrar la autenticidad de El nacimiento intrauterino , una pintura que ya no es de su propiedad sino cuyos derechos residen en la empresa Art & Signature. International Technical Research, radicada en Felanitx, y organizadora de la presentación mundial del cuadro en la Capital.

A la puesta de largo del óleo -presente en forma de copia- acudieron medio centenar de críticos y personas vinculadas con el mundo del arte. Éstas atendieron los argumentos de L'Amo de por qué es un Dalí cien por cien, aunque no haya sido reconocido por la Fundación Gala-Salvador Dalí, encargada de velar por su legado.

L'Amo afirmó que imágenes de El nacimiento intrauterino son similares a las que aparecen en trabajos de los artistas de cabecera de Dalí como son El Greco, Rafael y Watteau. «Tras poder desencriptar el 'código Dalí' he comprobado que este cuadro es realmente suyo. Claramente juega con nosotros al utilizar numerología para codificar sus mensajes», dijo. Por ejemplo, usa el número siete, el preferido de Dalí». «Lo sé porque llevo 25 años caminando, comiendo y durmiendo con Dalí».

Venzal señaló que los análisis grafotécnicos y de luminiscencia cromática reflejan que las dedicatorias del cuadro concuerdan con las de Dalí en los años 20.