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La reforma integral del Casal Balaguer de Palma ejemplifica el cambio que se está produciendo en la arquitectura contemporánea y, precisamente por ello, ha sido seleccionada para formar parte de la exposición Arquitectures empeltades/ Grafting Architecture con la que Catalunya, a través del Institut Ramon Llull (IRL), participa en decimocuarta Bienal de Arquitectura de Venecia. Se inaugurará el 5 de junio y podrá verse allí hasta finales de noviembre.

La propuesta, comisariada por Josep Torrens i Alegre, parte de la reforma de la Casa Bofarull, una de las obras más importantes del arquitecto Josep Maria Jujol, y selecciona dieciséis edificios, entre ellos el Balaguer, como ejemplos de «esa arquitectura actual que huye de los grandes macroproyectos y busca la particularidad, la vinculación con la tradición y la rehabilitación», explica el arquitecto Xisco Pizà, al frente de la obra en el casal palmesano. La muestra reúne edificios en los que han trabajado «primeras figuras», como Elías Torres, Martínez Lapeña, Carme Pinós, Rafael Aranda, entre otros.

Nueva vida

La idea de la exposición gira en torno al concepto de «injertar», de como un edificio recoge y fusiona sus características ya existentes y lo nuevo. «La filosofía es aprovechar lo existente para darle una nueva vida, siempre buscando las raíces de lo local», cuenta el arquitecto.

Según detalló Xisco Pizá, para este proyecto, desde la Bienal de Venecia les han solicitado planos, maquetas y fotografías que muestran la singularidad del Casal Balaguer. Concretamente, para el proyecto de rehabilitación integral de este edificio palmesano «hemos intentado colocarnos dentro del propio edificio y rehabilitarlo siguiendo sus propias leyes, desde los caminos que nos marcaba su propia historia y sus usos», cuenta Pizà. Ello se ejemplifica en que se han conservado sus espacios para exposiciones. «Hemos mantenido la tipología y lo hemos transformado para darle un nuevo vigor, conservando los materiales de lugar y evitando incluir distorsiones». El arquitecto valora la inclusión del Casal Balaguer en este proyecto, cuya filosofía va más allá de dar protagonismo a «la arquitectura de un determinado lugar».