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En el centro de la Capella de La Misericòrdia de Palma, la rueda y el árbol que forman parte del Molí d'en Sopa, en Manacor, y las velas del de Son Gornals, en Porreres, servirán de reclamo para los visitantes de Pinzellades de vent , una exposición con la que el Consell da a conocer el patrimonio molinológico de Mallorca. Comisariada por Aina Serrano, Catalina Andreu y Jerònia Florit, se inaugurará esta tarde, a las 19.30, y se podrá ver hasta el 30 de mayo.

La muestra está compuesta por ocho óleos sobre tela o madera y un dibujo de pequeño formato de autores «de finales del siglo XIX y principios del XX, aunque hay uno más reciente, Tomàs Quintana, y también un audiovisual», reveló Andreu.

Palma preturística

Andreu opinó que, «con un naturalismo académico», las obras «reflejan una época preturística de la Isla» a través de paisajes, «ya sean marinas o rurales», salvo el de Joan Mestre Bosch - Parella de nins -, «que es más costumbrista, pero con molinos de fondo».

Todos los lienzos, pertenecientes al fondo del Consell, muestran la abundancia de molinos en Mallorca. «Uno de los cuadros de Richard Anckermann refleja el levante de Palma, donde antes había hasta 28 molinos, de los que quedan tres», explicó Serrano. Por otro lado, Tomàs Quintana captó es Jonquet, «donde hoy en día hay cinco de los siete molinos que había entonces». Para Serrano, «los molinos forman parte del patrimonio arquitectónico de Mallorca, pero también del paisajístico».

Para dar a conocer este patrimonio, además de la muestra, «hemos organizado algunas actividades paralelas», dijo Florit, quien explicó que «habrá conferencias, visitas comentadas, una mesa redonda y un taller educativo».