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Hojeando fotografías con las esquinas dobladas, Nicolás Ricardo Arias sonríe mientras recuerda las reuniones familiares con su primo Gabriel García Márquez en Aracataca, un sofocante pueblo de Colombia donde nació el célebre escritor y que inspiró a «Macondo», el escenario de su novela Cien años de soledad.

«Este es un día muy especial, de tristeza y recuerdos», dijo Arias, de 78 años, en el porche de su humilde casa sobre la polvorienta carretera de este pueblo caribeño que se llenó de nostalgia tras conocerse la muerte de su hijo dilecto el jueves en la Ciudad de México.

Como muchos en Aracataca, Arias está de duelo por la pérdida de García Márquez, quien murió a los 87 años tras haber revolucionado las letras hispanas dándole una dimensión universal al llamado realismo mágico, lo que le valió el Premio Nobel de Literatura en 1982.

«Me acuerdo de él con su whisky y sus bromas», contó Arias.

Mientras que en Colombia, decenas de dolientes permanecían afuera de la casa en la que nació el 6 de marzo de 1927, cuando el pueblo era territorio de la compañía bananera United Fruit, en el seno de una numerosa familia en la que la abuela contaba historias fantásticas que sirvieron de inspiración al escritor.

El escritor comentó una vez que el personaje de Mauricio Babilonia se lo inspiró un electricista que venía a menudo a su casa y trepaba con unas cintas, cuando él tenía 5 años. Su abuela decía que cada vez que el hombre llegaba, una mariposa amarilla se metía a la casa.

García Márquez dio a conocer universalmente a Aracataca, ubicado cerca de la costa del Caribe colombiano, al que sus habitantes quisieron fallidamente cambiarle el nombre por Macondo en 2006.