La reconocida soprano italiana Fiorenza Cedolins, ayer, en el Teatre Principal de Palma. | Joan Torres

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Carismática y con una voz oscura, flexible, suave y amplia. Fiorenza Cedolins (Italia, 1966) es una de las sopranos italianas más célebres y reconocidas de su generación. Debutó muy joven «en teatros muy pequeñitos» y, hasta el día de hoy, no hay escenario de prestigio en el mundo que no haya pisado con la garra que desprende tanto fuera como sobre las tablas. Luciano Pavarotti le dio su gran oportunidad cuando la cantante se alzó vencedora de un concurso con el nombre del gran tenor. Como premio, actuó junto a él en Tosca, ópera que, precisamente, desde el próximo domingo 30 protagonizará en el Teatre Principal de Palma.

—Es su primera visita a la Isla, y también su debut en el Principal. ¿Tenía ganas?
—Es un grandísimo placer estar aquí. Estaba expectante, pero conozco España porque soy catalana de ‘adopción’. Tengo una casa en Sitges donde paso temporadas de descanso. Siempre dejo que sea el viento el que me lleve a lugares maravillosos y ahora me ha traído a Palma. Espero poder ver la Isla.

—Llega a Palma con Tosca, una ópera de Puccini que conoce muy bien. ¿Qué nos puede adelantar del espectáculo?
—Es una obra musicalmente extraordinaria, llena de sentimientos y pasiones desbordados. Ya tengo ganas de subirme al escenario. Puccini tiene una capacidad enorme de sacar la cara más oculta e inquietante del ser humano.

—¿Los personajes son igual de oscuros?
—En Tosca, el trío protagonista es muy importante, y Puccini saca el lado oscuro de todos ellos. Mi personaje, Tosca, busca la fascinación de Scarpia [personaje principal masculino], muy posesivo y abusivo; es una mujer con una parte oscura, pero nadie es totalmente bueno ni malo. Ella busca liberarse de esta parte oscura. Tosca es un plato explosivo, no puede aburrir.

—Su gran oportunidad llegó cuando ganó el Concurso Vocal Luciano Pavarotti. Además, cantó junto al tenor. ¿Qué recuerdos guarda?
—Fue memorable, yo tenía 27 años. Estaba muy nerviosa y se me notaba en la cara, entonces Pavarotti me cogió los mofletes y me dio un gran consejo, que sonriera siempre. También me dijo ‘en los primeros años de carrera no puedes fallar. Y después... tampoco’.

—Compartirá escenario con el menorquín Joan Pons, con quien también ha trabajado. ¿Cómo es trabajar juntos?
—Hemos hecho juntos Tosca, Aida, Madama Butterfly... Es un artista con un gran carisma, y con una voz potente, dos cosas que no siempre van ligadas, y eso le hace más interesante. Es un grande de la lírica, de esos que han hecho historia. Actuar junto a él siempre fue un placer, y también aprender.

—A usted le han comparado con la mítica Renata Tebaldi...
—Esa comparación es un honor y una responsabilidad. Yo siempre obvio las comparaciones, busco las cosas originales al mirar a otros colegas.