El centro entró en funcionamiento en 2012 después de casi cuatro años de obra. | Guillem Picó

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Han pasado escasos dos años desde que el centro de recepción de visitantes del Castell de Bellver entrara en funcionamiento, a excepción de la tienda que sigue cerrada, y el edificio ya manifiesta necesidad de mejoras. Por ello, Cort prevé que el próximo concurso para su gestión, que se lanzará después de verano, «exija una reforma», y, «a cambio, se ampliará el plazo de concesión», explicó el regidor Fernando Gilet.

La empresa a la que se adjudicó la gestión y la explotación del bar y la vigilancia, la limpieza y el mantenimiento de los lavabos a mediados de 2012 ha detectado varios problemas. Por ejemplo, «los urinarios se atascan constantemente por las hojas de los pinos» que rodean el edificio y, de cara al invierno, la cafetería no dispone de ningún tipo de cerramiento que salve el local del frío, el viento o la lluvia. La idea del Ajuntament de Palma es que se pueda instalar algún tipo de acristalamiento y la valoración estimada de los arreglos es de unos 20.000 euros. Para recuperar esa inversión, valora Gilet, el Ajuntament ampliaría la concesión de la gestión, que en la actualidad es de dos años.

La construcción del centro, pensada para garantizar una oferta complementaria al visitante de Bellver con tienda, bar o punto de información, comenzó con retrasos y se prolongó durante casi de tres años por desencuentros entre la dirección facultativa de las obras y la constructora. La obra llegó incluso a paralizarse y la situación se desbloqueó a finales de 2011. Ahora afloran algunas deficiencias que entorpecen la «operatividad» de este edificio aún 'desconectado' del castillo -cabe recordar que allí se compra la entrada pero el visitante debe atravesar el parking para acceder a Bellver-. El proyecto iniciado en la pasada legislatura contemplaba modificar dicho recorrido de acceso, pero requiere de una importante inversión.