La bailarina María de Ávila murió ayer a los 94 años.

TW
0

La bailarina y maestra de la danza María de Ávila (Barcelona, 1920) falleció ayer a la edad de 94 años en Zaragoza, ciudad en la que residía desde hace años junto a su familia. La artista llevaba ya una temporada bastante mal, pesaba muy poco y permanecía apartada de la actividad pública desde hace años. El funeral se celebrará el próximo lunes 3 de marzo en la basílica de Santa Engracia de Zaragoza.

Gran dama de la danza, María de Avila fue sobre todo una profesora que no solamente dio una base, una raíz y una técnica a grandes generaciones de bailarines, sino que les transmitió la pasión por la danza, mundo al que se entregó desde los diez años. Además, fue fundadora del Ballet Clásico de Zaragoza y del Joven Ballet María de Ávila y desempeñó la dirección del Ballet Nacional de España y del Ballet Nacional de España-Clásico.

Víctor Ullate, Ana María de Gorriz, Cristina Miñana, Arantxa Argüelles, Ana Laguna, Trinidad Sevillano, Muriel Romero o Antonio Castilla son sólo algunos de las figuras talladas por el magisterio de una mujer para la que la danza ha sido el arte del siglo XX y lo será del XXI porque reúne y resume sobre un escenario a todas las artes: la literatura, la música, la escultura, el movimiento, el color, la expresión.

Ya primera bailarina del Gran Teatre del Liceu de Barcelona a los 19 años, siempre fue una mujer determinante en su vida: «Quería bailar y bailé, me enamoré y me casé». Así explicaba el porqué, en un momento en el que se encontraba en lo más alto, decidió abandonar los escenarios por amor.

Enseñanza

A partir de entonces emprendió el camino de la enseñanza en su Estudio de Danza Académica en Zaragoza, labor que ha centrado su vida y por la que obtuvo numerosos reconocimientos como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio o una candidatura al Premio Príncipe de Asturias de las Artes.