Ñaco Fabré junto a la escultura 'Estancia', que preside la galería Xavier Fiol.

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Anula la luz del lienzo para devolvérsela. Una escultura, Estancia, con forma de construcción geométrica de hierro, preside la galería Xavier Fiol (Sant Jaume, 23, Palma), donde Ñaco Fabré hace referencia al espacio poético de la pintura en una concentración de cuadros al óleo sobre tela, Lugar: Lírica , que inaugura hoy, a las 20.00 horas.

En la serie Umbrales , composiciones geométricas de colores planos que probablemente viajen a ARCO, Fabré abre sus «ventanas hacia la profundidad de la inmensidad. Precisamente es este lugar desconocido, como la palabra del poeta, que te habla de lo no visible. Pienso que la pintura también te da esta posibilidad».

Respecto a la técnica realizada, el proceso de elaboración de sus cuadros, con gamas de colores oscuros que se degradan con el blanco, Fabré considera que «hoy estamos abocados a una velocidad en la información donde todo es inmediato y creo que en la pintura este ritmo no se da. Es pausado, de sosiego. La pintura te da un timing , te invita a una reflexión, un reconocimiento sereno».

El artista, trabajador de las «atmósferas», da un paso más allá en su discurso, un lenguaje depurado que busca la esencia de la pintura. «Cuando llevas 25 años haciendo un trabajo de fondo en el arte se han de dar pasos en los que tú seas el primer sorprendido y seguir caminos desconocidos», remacha Fabré.