El investigador Tomàs Vibot muestra su nueva publicación. n FOTO: PERE BOTA

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Antoni Despuig i Dameto (1745-1813), más allá de su carrera religiosa, llegó a ocupar «cargos que eran de gran relevancia en el siglo XVIII, y que llevaban implícita una gran carga política. Fue protagonista de la alta política de la monarquía española y fue influyente a nivel diplomático». Como tal, se relacionó, y así consta en la correspondencia que se conserva, con personas importantes como el marqués de Florida Blanca, Godoy y otros altos mandatarios. Esta otra faceta del Cardenal Despuig es la que destaca la biografía que acaba de publicar el investigador Tomàs Vibot: Antoni Despuig i Dameto. Príncep de l'Església. Príncep de les Arts (El Gall Editor).

La publicación es una «actualización» y una «síntesis» de las biografías ya existentes, en la que se repasan «todas las etapas de su vida» otorgándoles «un peso equitativo». Vibot, que aporta nuevos datos, persigue de esta forma no conceder el único protagonismo al Despuig apasionado del arte y la arquitectura, y hablar de ese hombre de «personalidad interesante» que de joven «no quería ser religioso, sino militar», y que finalmente llegó a formar parte de «las sociedades y academias de primer orden de su época» gracias a su «ambición por el conocimiento».

Tomàs Vibot quiere descubrir al lector «la dimensión histórica» del personaje que, en sus últimos años, fue retenido en París por Napoleón. Después del éxito, el Cardenal Despuig vivió una etapa de «privación de la libertad, de dificultades económicas, de enfermedad», lo que le privó de cumplir su gran sueño: «Llegó a decir que ya estaba harto de la política, se quería retirar y pasar sus últimos años en Raixa», recuerda el investigador. Pero no pudo ser y falleció en Lucca unos años después.

Antoni Despuig i Dameto. Príncep de l'Església. Príncep de les Arts se publica con motivo del bicentenario de la muerte de este mallorquín «locuaz» e «ilustrado».