TW
5

Cuatro años después de su última visita, Raimon regresó anoche a la Isla para dar buena cuenta de Rellotge d'emocions (2011) en el Auditòrium de Palma. Un álbum con un marcado acento autobiográfico y, a la par, universal. A sus 73 años se mantiene incombustible, con la voz más templada, pero sobradamente capacitado para despertar la belleza y la furia de un cancionero que se reivindica a través de los años. El de Xàtiva sigue fiel a esa forma de cantar las canciones gritándolas, de convertir en himnos los deseos más esenciales de la libertad. Nostalgia y protesta se convierten en música en las canciones de este cantautor valenciano, que causó gran expectación ante su público, que hacía cola una hora antes para escucharle.

Diez minutos sobre la hora prevista apareció, entre un estruendoso alud de aplausos, el protagonista de la noche, que saludó con un « Bona nit, moltes gràcies pels aplaudiments, espero que després del concert també n'hi hagin » a los asistentes del Auditòrium, lleno hasta la bandera. A continuación explicó que haría un recorrido por las canciones de su vida. Abrió con Diré del vell foc i de l'aigua , donde musica a Salvador Espriu. Le siguió una de sus primeras partituras, Som , y He passejat per València sol , una canción donde da buena cuenta de su certero cinismo.

Tras interactuar con el público, el cantautor interpretó Punxa de temps , con un marcado carácter autobiográfico, donde recuerda cómo cantaba con su madre La Internacional en voz baja, todo un canto a la nostalgia. Al cierre de esta edición, estaba previsto que el concierto se prolongase hasta entrada la medianoche.