El ilustrador Gerard Armengol. | Guillermo Esteban

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Gerard Armengol (Palma, 1981) no necesita un DeLorean con un condensador de flujo, como Marty McFly en Regreso al futuro, para transportarse a otra década, sino una libreta. Tampoco precisa del científico Doc. En cambio, sí que hace uso de «relámpagos de inspiración», impulsados en forma de «arrebatos», que transforma en ilustraciones «cotidianas».

Las recoge en Així parlà Zulueta (Xicra edicions), un ensayo gráfico que presenta hoy, acompañado de una exposición de los originales, a las 20.00, en la librería Drac Màgic (Jeroni Antich, 1, Palma) con la intervención de Toni Cobretti, capitán de The Last Dandies.

El título del libro juega con la obra de Nietzsche, el autor cambia Zaratustra por Zulueta, director de la película Arrebato (1980). «Es un canto al espíritu de los ochenta, en el sentido de que diversión, creación y espontaneidad no están reñidas», apostilla.

Las referencias a aquella época se perciben con guiños a Karate Kid, Star Wars, He-Man o los Gremlins. Las ilustraciones y textos poéticos, extraídos de medio centenar de libretas, son «impulsivas, rápidas. Sin hacer alarde de virtuosismo, que podría».

Gerard Armengol, que dibujó en 2010 una viñeta para The New York Times, trata de despegarse la etiqueta de ilustrador. «Me dedico al arte y a la poesía y escojo soportes desde los que hablar. Los periodistas me han perseguido y encasillado como ilustrador, pero siempre estoy intentando escapar de eso».

Su trayectoria al frente de Gran Amant es una de las vías de evasión de este artista que el sábado impartirá una ponencia en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México.